Los sistemas avanzados de asistencia a la conducción contribuyen a eliminar muchos de los peligros y del estrés inherentes a la conducción, y permiten que el conductor se pueda centrar en disfrutar al volante.
Estas tecnologías apoyan al conductor para eliminar situaciones de riesgo o minimizar las consecuencias de un accidente, en caso de que sea inevitable.
Estos sistemas representan una nueva forma de conducir y de interactuar con el vehículo, pero requieren de ciertas actitudes y conocimientos por parte del conductor para poder aprovechar todo su potencial; estas son las claves para lograrlo.
1 – Concepto de partida: asistir, no reemplazar El primer paso es comprender que, como su propio nombre indica, los sistemas avanzados de asistencia a la conducción están diseñados para ayudar al conductor, no para reemplazarle.
Estos sistemas no se han desarrollado para que el conductor se desentienda, deje de prestar la máxima atención y descargue sobre ellos la responsabilidad del manejo seguro del vehículo. Su verdadera razón de ser es alertar de peligros y ayudar al conductor a evitarlos.
Incluso las tecnologías más avanzadas de DRiVE WISE, como el sistema de circulación autónoma en autopista HDP del Kia EV9 (que alcanzará el nivel 3 de conducción autónoma en mercados seleccionados y permitirá circular en modo “manos libres”), requieren de la atención constante del conductor para su funcionamiento, aunque este pueda retirar las manos del volante en determinadas situaciones.
2 – Conocer cuáles son y cómo funcionan Es importante que el conductor conozca los sistemas de seguridad que equipa su vehículo, entienda de qué forma funcionan y sepa cómo actúan. Lo ideal es que se vaya acostumbrando progresivamente a su funcionamiento en diferentes situaciones al volante, para que no le cojan por sorpresa en una situación de riesgo.
La red de concesionarios de Kia está desarrollando una intensa labor de formación para que, al adquirir un vehículo, todos los clientes de la marca salgan del concesionario sabiendo las tecnologías que equipa su coche, cómo funcionan y de qué forma se configuran y ajustan. El apoyo de Kia a sus clientes en este sentido se extiende más allá del momento de la compra, a lo largo de toda la vida útil del vehículo.
Por ejemplo, el sistema FCA (Forward Collision-Avoidance Assist) alerta de un riesgo de colisión delantera, asiste a conductor en la frenada (en caso de que no pise el pedal del freno con la suficiente fuerza) y aplica los frenos de forma automática si el conductor no responde a la alerta.
Pero en algunos modelos, además, este sistema incluye las funciones de giro en cruces (Junction Turning) y de tráfico cruzado en intersecciones (Junction Crossing), que avisan al conductor de un riesgo de colisión con un vehículo que se aproxima o de si se acercan vehículos por la izquierda o por la derecha cuando atraviesa un cruce en línea recta.
Otro ejemplo: en algunos modelos el control de crucero inteligente puede trabajar en conjunto con el sistema de navegación (Navigation-based Smart Cruise Control with Curve Control NSCC-C), reducir la velocidad del vehículo en las curvas y restablecerla cuando las condiciones lo permitan.
Conocer esas funcionalidades concretas de los sistemas que equipa su coche permite al conductor estar más integrado con su coche en la conducción y circular con mayor seguridad.
3- Configurarlos a gusto algunos sistemas de asistencia disponen de regulaciones para adaptar su funcionamiento a los gustos o necesidades del conductor, que se pueden encontrar fácilmente a través de los ajustes del sistema de info-entretenimiento.
Por ejemplo, se puede ajustar la distancia y la capacidad de respuesta del Smart Cruise Control para la aceleración de un vehículo precedente o el tiempo de aviso cuando el sistema FCA (Forward Collision-Avoidance Assist) detecta un riesgo de colisión delantera; también el volumen de las alertas o la activación del aviso háptico.
4- No desactivarlos Siempre es bueno contar con los sistemas de asistencia cuando un conductor se pone al volante. Es importante que los conductores aprendan a convivir con ellos, valoren la seguridad que aportan en un instante de descuido y ajusten su conducción al cumplimiento de las normas.
Y es que si las ayudas a la conducción están actuando con frecuencia, puede ser porque no se mantiene la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede, o porque se realizan cambios de carril sin poner el intermitente o se conduce pisando líneas.