Según muestran nuevos datos del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras, los consumidores quieren salvaguardas a la vanguardia para los vehículos con tecnología automatizada, como el centrado de carril, el cambio de carril automatizado y el control del conductor.
“Parece haber un interés genuino en esta tecnología. Pero también hay un poco de sano escepticismo en torno a la comprensión general de que estos sistemas no están destinados a reemplazar al conductor, no son vehículos autónomos”, dijo Alexandra Mueller, científica investigadora del IIHS.
La encuesta encontró que las personas que prefieren la función de centrado de carril con manos libres también parecen ser las que más aceptan otras tecnologías de conducción, como la supervisión del conductor.
Pero esto todavía presenta un problema, dijo Mueller.
“La desventaja es que es más probable que esas personas indiquen que quieren hacer un mal uso de estas funciones, específicamente, usar estas tecnologías para hacer cosas que se supone que no deben hacer detrás del volante, como enviar mensajes de texto”, dijo Mueller.
“Esto se convierte en una situación borrosa en la que las personas no entienden necesariamente cuáles son sus funciones y responsabilidades cuando utilizan estas formas más sofisticadas de apoyo a la conducción”.
En enero, el IIHS creó un nuevo programa de calificación que evalúa las medidas de seguridad que utilizan los vehículos con automatización parcial. Mueller dijo que estos hallazgos se conectan con el nuevo programa de calificación.
“Esos dos hallazgos van de la mano con las salvaguardas. Las conexiones más importantes… tienen que ver con el monitoreo del conductor y la relación entre la aceptación del monitoreo del conductor y sentirse más seguro con su propósito, eso está directamente en línea con el programa de salvaguardas”, dijo Mueller.
Aunque la nueva tecnología puede hacer que tareas como cambiar de carril sean más convenientes, los fabricantes de automóviles deben ser honestos al transmitir el poder de estas nuevas funciones, dijo Mueller.
“Estos sistemas deben diseñarse de manera que realmente comuniquen al conductor cuáles son sus roles y responsabilidades, y que impongan límites a la funcionalidad del sistema”, dijo Mueller.
“Las pruebas funcionales han demostrado que estos sistemas tienen límites operativos muy rígidos.
Al hacer que estos sistemas se diseñen de una manera que mantenga a los conductores como parte de la tarea de conducción, así es como ayuda a fomentar diseños que permitan a las personas saber realmente cuáles son sus roles y responsabilidades cuando usan el sistema”.