A medida que las ciudades crecen, también crecen los problemas de embotellamientos, tráfico y accidentes.
Cada vez se hace más difícil encontrar estacionamiento, y cuando lo encuentra, es caro. Los seguros del automóvil son cada vez más costosos, y los gastos de poseer un automóvil siguen creciendo a medida que la ciudad crece.
Los servicios de viaje compartido, taxis y Uber son una opción, pero usted no conoce quien detrás del volante y esas tarifas pueden que a la larga les cuesten más que poseer un vehículo.
Según una nueva investigación del “Boston Consulting Group” (BCG), para finales de la próxima década, en algunas ciudades y sumando a principios de la otra, nos podremos encontrar que la forma más barata y más conveniente de transporte es un automóvil eléctrico compartido y auto-dirigido,
De acuerdo con el grupo BCG, la convergencia de las tres tendencias, el paseo compartido, la conducción autónoma y la electrificación de los vehículos, reducirá el costo de los viajes en un 60 por ciento, provocando un gran cambio en las grandes ciudades, hacia los ya llamados “robot-taxis”, (“Robotaxis, como le dicen en ingles”), alarmando a la producción de las automotrices.
Pero BCG dice que eso no necesariamente significaría una fatalidad para los fabricantes de automóviles. No es sorprendente que una explosión de “robot-taxis” eléctricos compartidos, tuviera grandes consecuencias en la industria automotriz.
El grupo prevé que más de 5 millones de vehículos convencionales serán reemplazados por un estimado de 4,7 millones de vehículos eléctricos autónomos en 2030.
El cambio comenzará gradualmente a principios de la década de 2020 y podría acelerarse con la tecnología o los avances en los precios.
BCG dice que para el 2030, una cuarta parte de todas las millas conducidas en los Estados Unidos, podrían estar en autos eléctricos compartidos.
Según la consultora, el cambio está llegando mucho más rápido de lo que la gente se da cuenta, y tendrá un profundo efecto en la industria automotriz, las ciudades y los consumidores.
Hay una razón por la que los vehículos eléctricos no han despegado aún, ya que para un conductor normal, hacer 12.000 a 15.000 millas al año con un vehículo eléctrico (EV), todavía sigue siendo caro.
Pero ponerlos en servicio de 80.000 a 100.000 millas al año a través de compartir los paseos, ya tiene más sentido el EV.
Y si este no necesita de un conductor, el costo por milla cae dramáticamente, y al deshacerse de su automóvil personal a favor de un vehículo eléctrico autónomo compartido, según BCG, el consumidor promedio ahorraría unos 7000 dólares al año
BXG dijo que con los vehículos eléctricos autónomos compartidos, se prevén 20.000 muertos menos en tráfico, 20 por ciento menos de contaminación, y el 60 por ciento de los espacios de estacionamiento urbano que será liberado para otros usos.
Menos congestión se traduce en un mejor acceso al transporte para las personas mayores y discapacitados, y un tiempo más productivo para los pasajeros.
Claro, estos “Robot-Taxis”, funcionaran en las ciudades del primer mundo, hasta una fecha que puede ser prevista entre el 2040 y el 2050, donde pudiera implementarse en países del tercer mundo que se hayan desarrollado.
No esperemos que para el 2025 funcione en Centroamérica o el Caribe, porque se escucharía más “quien robó el taxi, que el “Robot-Taxi”.