Ford introducirá este año baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) en la gama Mustang Mach-E , en el marco de su compromiso por hacer los vehículos eléctricos más accesibles para sus clientes.
Ford también ha anunciado una inversión de 3.500 millones de dólares en la construcción de la primera planta de baterías LFP de Estados Unidos -denominada BlueOval Battery Park Michigan-, que abrirá sus puertas en el2026.
La diversificación y el emplazamiento de la cadena de suministro de baterías de Ford en las regiones en las que fabrica vehículos eléctricos mejorará la disponibilidad y la asequibilidad para los clientes, al tiempo que reforzará la demanda de los consumidores.
De acuerdo a su plan Ford+, la compañía trabaja para alcanzar una producción anual de 600.000 vehículos eléctricos en todo el mundo a finales de este año y de 2 millones a finales del 2026.
En un momento en que Ford escala con rapidez la producción de vehículos eléctricos, la introducción de las baterías LFP le permitirá fabricar más vehículos cero emisiones y ofrecer más alternativas a los nuevos clientes de eléctricos, así como contribuir a respaldar el objetivo de que la unidad de negocio Model e logre un margen EBIT del 8 por ciento en 2026.
«Estamos decididos a liderar la revolución del vehículo eléctrico, y eso significa invertir en la tecnología y en los empleos que nos mantengan a la vanguardia de la transformación global de nuestra industria», ha dicho Bill Ford, presidente ejecutivo de Ford.
La química de las baterías LFP beneficiará a los clientes de Ford
Ofrecer LFP como segundo compuesto químico de la batería -además del níquel cobalto manganeso (NCM)- amplía las opciones para los clientes de Ford, que pueden elegir un vehículo eléctrico con una batería cuyas prestaciones se adapten mejor a sus necesidades.
Las baterías LFP son muy duraderas y toleran cargas más frecuentes y más rápidas, al tiempo que utilizan menos materiales de demanda elevada y alto coste.
Estas baterías de menor coste, a escala, ayudarán a Ford a contener, o incluso a reducir, los precios de los vehículos eléctricos. Las baterías LFP alimentarán diferentes modelos eléctricos de Ford actualmente en desarrollo; serán turismos y comerciales asequibles y de última generación.
«La gama de vehículos eléctricos de Ford tiene una gran demanda. Al escalar las baterías LFP y NCM, estamos cumpliendo nuestros compromisos.
Miles de clientes, pronto millones, empezarán a beneficiarse de las ventajas de los vehículos eléctricos de Ford con tecnologías de baterías duraderas, de vanguardia y cada vez más asequibles», ha declarado Jim Farley, presidente y CEO de Ford.
Incluso antes de que abra la nueva planta de baterías en Marshall, Michigan (EE.UU.), Ford introducirá baterías LFP en el Mustang Mach-E este año y en el F-150 Lightning en el 2024 en mercados globales clave, todo con el fin de acortar los tiempos de espera para sus clientes.
La tecnología de las baterías LFP también ayuda a reducir la dependencia de minerales críticos como el níquel y el cobalto, y está en línea con la firme apuesta de Ford por crear una cadena de suministro para la fabricación de vehículos eléctricos que esté alineada con su compromiso por la sostenibilidad y los derechos humanos.
Hasta el 2026, Ford se ha comprometido a invertir en todo el mundo más de 50.000 millones de dólares en vehículos eléctricos, así como a lograr la neutralidad en su huella de carbono global en sus vehículos, operaciones y cadena de suministro para 2050.
La empresa tiene como objetivo que en el 2035 todos sus vehículos vendidos en Europa sean cero emisiones y que toda su huella europea de instalaciones, logística y proveedores sea neutra en carbono.