Uno de cada tres conductores deja suelta a su mascota en el vehículo

Para muchas personas, los perros forman parte de la familia. Pero mientras que la mayoría de la gente no soñaría con permitir que sus hijos viajen sin anclajes de seguridad, no pasa lo mismo con sus mascotas.

Una nueva encuesta muestra que el 32 por ciento de los conductores que tienen perros, admiten no haber protegido a sus mascotas en el auto.

Hacerlo es un requisito legal en muchos países, y se reconoce que no sólo es más seguro para los animales, sino también para los conductores, pasajeros y otros usuarios de la carretera.

El ingeniero René Berns, buscó inspiración en su perro Emil, un pastor australiano de tres años de edad, cuando diseñó un auto que permitía a los perros viajar con más seguridad.

Durante las pruebas, René contó con la ayuda de Emil para asegurarse de que se pudiera alojar en el maletero de su auto la caja para perros más grande posible. Como resultado, el vehículo puede transportar cómodamente incluso un lebrel irlandés, la raza de perro más alta del mundo.

«Si tienes una mascota, piensa en su seguridad de la misma manera que lo harías con cualquier otro miembro de la familia», recuerda el experto en adiestramiento de perros, Graeme Hall, alias «Dogfather». «Siempre llevo a mi perra Lily en el maletero, en su jaula. Puede moverse cómodamente y todo el mundo está a salvo. Creo que es la mejor solución».

De los propietarios de perros encuestados que dijeron que no siempre protegían a sus mascotas, el 32 por ciento dijo que era porque a los animales no les gustaba, el 31 por ciento afirmó que no era necesario para realizar viajes cortos, y el 14 por ciento dijo que no tenían espacio para una jaula para perros.

Más de 1 de cada 4 de los encuestados que llevaban a su perro sin protección admitió que su mascota había asomado la cabeza por la ventana (26 por ciento). Algunos contaron que sus mascotas habían saltado por la ventana, resultando, en ocasiones, en que murieran o resultaran heridas.

Los dueños también admitieron haberse visto implicados en accidentes después de haber sido distraídos por sus mascotas, que los perros habían encendido indicadores, impedido la visión delantera o mordido a los ocupantes.

Las compañías aseguradoras pueden inhibirse si las mascotas van sueltas en el vehículo, y se calcula que, si un auto choca a una velocidad de 30 mph, un perro suelto en el habitáculo puede desarrollar fuerzas de proyección equivalentes a 40 veces su peso.

Rene y su equipo, ayudaron a maximizar el espacio trasero, comprimiendo la capa de espuma del revestimiento del techo, alterando la longitud de los tornillos de las bisagras y remodelando la apertura del maletero.

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