Tony Iommi, guitarrista y rey de los riffs de los legendarios «monstruos del rock» Black Sabbath, ha dado un paso más en su pasión por Lamborghini y ha adquirido un Urus.
Junto con el líder de la banda, Ozzy Osbourne; el bajista Geezer Butler y el batería Bill Ward, Iommi -el único miembro que ha formado parte de la banda ininterrumpidamente- forjó un sonido que estableció el modelo de lo que se conocería como «heavy metal».
Desde su formación en 1968 en la ciudad industrial británica de Birmingham, Black Sabbath ha vendido más de 100 millones de álbumes, ha cautivado a sus fans en innumerables giras por estadios en todo el mundo y ha influido en sucesivas generaciones de bandas de rock.
Como uno de los arquitectos originales del ensordecedor sonido de guitarra que caracteriza al género del heavy metal, es lógico que Iommi sea desde hace mucho tiempo un apasionado de los célebres motores de Sant’Agata.
Las estrellas del rock adoran los coches, pero como cuenta Iommi en una entrevista exclusiva, su pasión por Lamborghini se remonta a los primeros éxitos de la banda.
«Adquirí dos Espada en los años 70, uno detrás de otro, y luego compré un Miura SV. Cuando salió el Urus, me enamoré de él. Se conduce bien y es cómodo, me impresionó la primera vez que lo probé en un track day.
¡Era genial y respondía muy bien! Cuando bajé del coche no me lo podía creer: no me parecía normal que un coche de ese tamaño fuese tan rápido. Tenía que tenerlo. Y me he vuelto loco por el azul de repente, así que tenía que ser azul».
Automobili Lamborghini y Black Sabbath también comparten la capacidad de mantenerse fieles a sus inconfundibles valores. Mientras muchas bandas adaptaban y ajustaban su enfoque musical a las tendencias del momento, Black Sabbath mantuvo una identidad potente e inalterada a lo largo de su épica carrera. Como dice Iommi:
«Para nosotros se trata de respetar lo que hacemos, en lo que creemos y lo que nos gusta, desde el primer día y hasta el final. Nunca he cambiado mi estilo porque esté de moda. Nosotros mismos hemos estado dentro y fuera de la moda, ya que las cosas a nuestro alrededor cambiaban constantemente. Pero nunca nos pusimos en ese compromiso y volvimos tan grandes como siempre, hasta llenar estadios de nuevo. Fue brillante».
Como una de las bandas más homenajeadas y «versionadas» de todos los tiempos, Black Sabbath ha sido una inspiración para muchos de los más grandes nombres del rock, manteniéndose siempre incuestionable y única. Iommi continúa:
«Iniciamos el género del heavy metal, que inspiró a grupos como Metallica y los Foo Fighters de Dave Grohl a encontrar sus propios estilos. La música cambia a medida que evoluciona, pero la nuestra se ha mantenido más o menos igual, porque eso es lo que hacemos: cuando estás involucrado en algo y forma parte de ti, eso es lo que tocas. Lo hemos mejorado a lo largo de los años, pero hemos conservado la esencia original. De la misma forma, Lamborghini siempre ha buscado la innovación conservando siempre esa potencia inigualable y ese sonido inconfundible».
Una representación, en todas sus expresiones, ya sea en el escenario, en el cine o en un coche, tiene mucho que ver con la estética y el diseño. Para Tony Iommi, la guitarra no es sólo un instrumento musical, sino también un mecanismo para expresar su arte en forma de incendiarias apariciones en directo, además de ser una parte integral de su imagen.
Un ejemplo de que la forma sigue a la función, como ocurre con el Lamborghini Urus, y sus hermanos superdeportivos, el Huracán y el Aventador. Pero Iommi ha llevado su pasión por el más expresivo de los instrumentos musicales aún más lejos:
«Siempre he utilizado la Gibson SG, una doble cutaway, para poder subir las manos a los trastes superiores, pero normalmente siempre vienen de serie con 21 trastes. Por eso compré una empresa de guitarras, para que me hicieran una de 24 trastes. Me encanta participar directamente en el diseño y ajustar las guitarras a mis propias necesidades, en términos de manejabilidad y sonido».
Iommi también está disfrutando del descanso forzoso provocado por la pandemia, y admite que es reconfortante estar en calma por una vez. Es hora de hacer balance y prepararse para el momento en que pueda salir a la carretera con su Lamborghini Urus.
«Llevo 50 años volando por todo el mundo, así que creo que los días de viajar se han acabado para mí. Ahora es agradable estar en un sitio fijo un tiempo, y – no puedo creerlo – este es el tiempo más largo que he estado en un lugar. Pero cuando pueda volver a viajar, conduciré el Urus hasta nuestra casa en Sandbanks, junto al mar en Dorset».
Mientras tanto, se mantiene ocupado desde casa: «En casa, escribo y grabo bastante. Y estoy en contacto con viejos amigos, como Ozzy. Nos escribimos cada una o dos semanas -no somos muy buenos con el teléfono-, y hablamos de cuánto tiempo llevamos sentados. Realmente nunca hablamos de música ni de nada importante. Porque todo eso lo llevamos haciendo toda la vida».