El 3 de noviembre de 1966, el Maserati Ghibli hizo su estreno a nivel mundial en el stand de Ghia en el Salón del Automóvil de Turín.
El coupé biplaza, diseñado por Giorgetto Giugiaro, encarnaba una nueva interpretación del concepto de automóvil gran turismo. El nombre evocaba al de un viento, una tradición que continúa hasta el día de hoy con el Grecale, parte de la nueva era de la marca del Tridente.
El Ghibli es un viento cálido y poderoso del norte de África que transporta consigo una gran cantidad de arena. La decisión de tomar su nombre no fue casual, y se tuvo encuenta tanto la velocidad del coche como la ‘calidez’ de sus especificaciones técnicas y estilísticas.
En la presentación del Ghibli, Maserati propuso un modelo con una apariencia deportiva pero sin ostentación. El motor era de nuevo diseño, basado en la experiencia de la unidad de 8 cilindros utilizada en el Mexico.
Era capaz de desarrollar una potencia de 330 cv en la versión de 4.700 cc, que estuvo seguida por una versión aún más potente de 4.900 cc.
Con la intención de dar mayor protagonismo al estilo a través de una reducción en la altura del capó, el motor se equipó con un cárter seco -solución utilizada solo en competición- y se montó sobre un chasis tubular, en una posición muy baja. Esta solución le dio al modelo ese característico aspecto agresivo y esbelto que fue uno de los pilares de su éxito.
El diseño se puso en manos de Ghia, que más adelante contaría con Giorgetto Giugiaro en su equipo de diseño creativo.
El detalle de diseño más significativo, que marcó el cambio decisivo respecto a los predecesores del Ghibli, fue la integración de los volúmenes: no había distinción entre la carrocería del automóvil y el habitáculo; no estaban separados ni superpuestos, sino que estaban unidos como en una sola superficie.
Aunque las líneas eran geométricas y tensas, la mano de Giugiaro se aseguró de que la sensación de rigidez se pudiera suavizar.
La nueva característica de diseño más obvia era el frontal, sin duda una originalidad para Maserati: los faros delanteros eran retráctiles y la parrilla, muy estrecha, ocupaba todo el frente del automóvil. El logo del Tridente permaneció en el centro, aunque más pequeño que antes.
La vista lateral realzaba la esbelta línea del Ghibli: un capó alargado y bajo, un parabrisas muy inclinado, proporciones perfectas sin decoración superflua. El pilar trasero triangular cobró identidad propia, convirtiéndose en un componente icónico que sería retomado más adelante en otros exitosos modelos de la marca del Tridente.
Los cambios respecto al pasado también se podían ver en la concepción del interior biplaza, donde los instrumentos estaban integrados en un diseño global que prevaleció sobre los componentes individuales.
El resultado fue un gran turismo que se mantuvo fiel al estilo exclusivo y lujoso, a la potencia y a la comodidad, pero con un alma de competición, por el cual siempre han destacado los automóviles de Maserati.
Después de su presentación en el Salón del Automóvil de Turín el 3 de noviembre de 1966, el Ghibli llegó al mercado en 1967. Al año siguiente, se rediseñó su interior y también se podía equipar, bajo pedido, con transmisión automática, así como con una caja de cambios manual de 5 velocidades.
A partir de 1969, también estuvo disponible la versión Spyder, que podría equiparse con una capota rígida retráctil; un año después, ambos modelos también se ofrecieron con un motor de 4.900 cc, tomando el nombre de Ghibli SS. Con esta configuración, el modelo fortaleció aún más su sólida posición en el mercado.
En total, entre 1967 y 1972, fueron producidas 128 unidades del Ghibli Spyder y más de 1.200 del Ghibli coupé: uno fue comprado por Henry Ford (nieto del fundador), quien lo colocaría en el vestíbulo del Centro de Desarrollo de Productos de Ford, en Detroit, como ejemplo a seguir y fuente de inspiración.
Una inspiración que nunca ha cesado en la marca del Tridente. El Ghibli siempre ha sido considerado un automóvil icónico. En 2013, Maserati decidió presentar un nuevo modelo, recuperando el nombre de Ghibli para una berlina deportiva y comenzando así una nueva historia de éxito.