La industria automotriz enfrenta una perspectiva terrible, con los reguladores avanzando para prohibir los motores de combustión interna, y apurando a los consumidores a cambiar sus gustos por los vehículos eléctricos.
Según advirtió Arnaud Deboeuf, director de fabricación de Stellantis, un completo colapso si los vehículos eléctricos a batería tienen un precio fuera del alcance del típico consumidor que necesita su automóvil para moverse a diario.
La advertencia emitida por Arnaud Deboeuf, no es la primera en plantear preocupaciones sobre un futuro totalmente eléctrico. En diciembre pasado, el CEO de Toyota, Akio Toyoda, emitió una nota apocalíptica similar en su papel como presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón, o JAMA.
Pero la advertencia de Debouef llega en un momento en que la industria enfrenta una grave escasez de componentes claves para los vehículos eléctricos, que han comenzado a aumentar los costos, como los chips semiconductores, necesarios para este tipo de vehículos.
Incluso si los consumidores aceptan la necesidad de cambiar de combustión interna a vehículos eléctricos, el mercado colapsará si la industria no puede controlar los precios, advirtió Debouef.
Los precios siguen en aumento
Varios fabricantes han aumentado los precios de los vehículos eléctricos en los últimos meses. Tesla, líder de la industria de los vehículos eléctricos (EV’s), aumentó los precios, así como los demás fabricantes y las nuevas empresas como Rivian, Lucid.
Tesla, que actualmente domina el mercado totalmente eléctrico, aumentó el costo de vehículos como su sedán Model S y su SUV Model Y hasta $6,000 dólares este mes.
Un problema que sienten los consumidores de EV’s de todo el mundo
Según datos de la industria, en los EE. UU. el vehículo eléctrico de batería promedio ahora cuesta $ 61,000 dólares, un precio muy alejado para un consumidor que necesita su auto a diario.
Eso se compara con poco menos de $44,000 dólares ( en aumento también), para el modelo típico que usa un motor de combustión interna. Y 20.000 dólares de mas son un problema para el consumidor medio.
Pero no solo la preocupación es en EE.UU, ya que los fabricantes de automóviles están particularmente preocupados en Europa, donde los reguladores están tomando las medidas más agresivas para forzar una transición que se aleje de la tecnología ICE.
Esta semana, la UE respaldó un plan que requeriría efectivamente un cambio generalizado a vehículos de cero emisiones para el 2035. En términos de la industria, eso es el equivalente a dos ciclos de vida de los vehículos.
Un cambio que debe de llegar, pero a que costo ?
Algunos fabricantes han abrazado abiertamente la transición. La semana pasada, Ford anunció planes para convertir una planta importante en Valencia, España, para construir su tecnología EV de próxima generación, mientras actualiza otra planta en Colonia, Alemania para la producción de EV.
Ford describió los movimientos como un paso crítico para lograr un futuro totalmente eléctrico y aceptar las regulaciones del mercado.
El Grupo Volkswagen ha comprometido más de $ 100 mil millones de dólares para su transición a vehículos eléctricos, con algunas de sus marcas listas para volverse totalmente eléctricas antes del 2030.
Stellantis está acelerando los planes de electrificación trazados por el Grupo PSA y Fiat Chrysler Automobiles. Las dos automotrices que se fusionaron para formar el gigante de la industria.
El grupo tiene como objetivo de comercializar 75 vehículos eléctricos para fines de esta década, algo que hoy se ve como una utopía.
El problema de los precios de las materias primas
Pero el aumento de los costos, agravado por la escasez tanto de materias primas como de piezas terminadas, ha abrumado a la industria, obligando a fuertes aumentos de precios en todos los vehículos, en particular los EV.
Por ejemplo y según el servicio de seguimiento Trading Economics, el costo del carbonato de litio para baterías, se disparó un 436,5 % este año.
El plan de electrificación desarrollado por Stellantis requería una reducción del 40% en el costo de producción de un EV para el 2030. No se sabe si puede lograrlo a la luz de las condiciones actuales del mercado.
Pero a los reguladores de la UE parece no importarles este problema, dijo Tavares, el director ejecutivo de Stellantis, a Bloomberg.
El aumento de los precios de los materiales podría provocar un cortocircuito en las estrategias que están desarrollando otros fabricantes, como lo esta haciendo General Motors.
General Motors está apostando a que su nueva tecnología de batería Ultium, generará grandes ahorros.
Antes del aumento del litio, el presidente de GM, Mark Reuss, dijo que el objetivo era bajar a $100 dólares por kilovatio-hora para las celdas de iones de litio. La generación anterior de baterías del fabricante de automóviles, costaba alrededor de $ 150 dólares por kWh.
Bajando los precios de los vehículos eléctricos
La directora ejecutiva de GM, Mary Barra, dijo a principios de este año que el fabricante de automóviles planeaba lanzar una versión eléctrica del Chevrolet Equinox a un precio inicial de alrededor de $30,000 dólares, algo que esta por verse.
Un Chevrolet Equinox eléctrico a (supongamos) 30,000 dólares atraería a miles de nuevos compradores, pero ese seria solo un precio de entrada, y sabemos como llegan los autos a precios de entrada, casi sin nada que pueda atraer a un consumidor normal.
La transición a los vehículos eléctricos también preocupa a Toyota
Toyota ha estado apostando por una mezcla de híbridos convencionales y enchufables, vehículos totalmente eléctricos y otros modelos que utilizan pilas de combustible de hidrógeno.
Pero, a medida que los reguladores de todo el mundo avanzan hacia una fórmula de solo EV puros (solo eléctricos), el director ejecutivo de Toyota, Akio Toyoda ya ha emitido sus propias y nefastas advertencias.
En diciembre pasado, en la reunión final de JAMA (Japan Automobile Manufacturers Association), en la que Akio Toyoda se desempeñaría como presidente, dijo que la transición total a vehículos eléctricos podría conducir a una situación en la que el modelo comercial actual de la industria automotriz colapsará.
Desde entonces, los funcionarios han tratado de retroceder un poco en esa proclamación, pero Toyota continúa enfatizando su creencia de que una combinación de diferentes tecnologías satisfará mejor las necesidades de los consumidores y mantendrá los costos bajos a niveles que los automovilistas pueden pagar.
Por ahora, los reguladores no aceptan cambios a las nuevas leyes que estarán por llegar, y que pudiera crear una crisis sin precedentes en el sector automotriz.