La división Italiana de Fiat Chrysler vendió 616 autos, un 50% menos en febrero en comparación con el mismo mes del año anterior. En este caso pasa a ser un padre Bobo, sin nada que detenga, las ventas de Fiat en los Estados Unidos, que van en caída libre,
Este año Fiat vendió solo 1.367 unidades, y dado que otros fabricantes ya están suspendiendo los modelos pequeños por falta de ventas, Fiat es un firme candidato para unirse a esa lista
Para peor, Fiat tiene dos fuertes contras. La primera es que sus modelos compiten con los autos pequeños y económicos de los fabricantes de la industria automotriz. La segunda es que la marca está perseguida por malas críticas, y esta última bien abajo en fiabilidad y calidad.
Para peor sus precios van desde 16,495 dólares a 24,995 dólares en los modelos bases, y no puede competir en los segmentos que lo hace, ya que sus adversarios le gana en precio, calidad y fiabilidad.
Los modelos de Fiat incluyen el 500, los súper limones 500L y 500X y el deportivo Spider, una línea de modelos que puede competir en Europa con otros gustos, pero no en Estados Unidos. En gustos no hay nada escrito, pero en esto caso es remarcablemente claro.
Un ejemplo de competidor es Ford, que tiene cuatro autos que compiten con Fiat, mientras el número total de modelos de la competencia se extiende a docenas. La mayoría tiene presupuestos de marketing más grandes y más concesionarios que Fiat, y por supuesto como ya mencione, mejor fiabilidad y calidad,.
En un reciente estudio de Consumer Reports, la publicación sin fines de lucro, clasificó a Fiat último entre todas las marcas medidas. El Fiat 500L estuvo entre los 10 peores autos en general, y el peor en la categoría de subcompactos.
Los editores Consumer Reports han dicho: “En un segmento prácticamente abandonado en el mercado estadounidense, Fiat se ubica como el peor de los peores de los que han sobrevivido hasta ahora”.
Mi opinión
Fiat había vendido autos en Estados Unidos en los 80’s. Su horrosa calidad y mala fiabilidad los lanzó por la puerta de atrás, para regresar luego de adquirir Chrysler. Y volver a probar suerte en un mercado que siempre ha sido esquivo a los modelos económicos de los fabricantes italianos.
Me acuerdo que en los 80 solo los hispanos recién llegados a Miami compraban Fiat.
Yo compre un Fiat Brava, que lo súper cuidar, ya que son autos que exigen más mantenimiento que otros.
La automotriz como pasa con la mayoría de las otras, les dio la espalda con Fiat a los hispanos, y se esforzó en venderles a los consumidores que querían algo distinto. Al principio la formula dio algún resultado, ya que desde la pizza y los espaguetis los Italianos han dejado su buen nombre en el país.
Pero los que han comprado Fiat y han tenido todo tipo de problemas con la marca, ya ni querrán ni pizza ni espaguetis y regresaran a sus queridas hamburguesas y hot dogs.
Los genios de marketing de la marca, que han pensado que venderles Fiat a los hispanos degradaría la marca italiana, (como pasa con Subaru y otras), se están “comiendo un cable”, como dice un amigo Cubano, y ya no le quedan tiempo ni presupuesto para vender Fiat a los amantes de los tacos y arroz con frijoles.
En mis más de 30 años en la industria, he visto estas debacles. Con Dahiatsu, Suzuki, Isuzu, Yugo, Peugeot, entre otras marcas que les dieron la espalda a los hispanos, sin haber entendido que sus marcas tenían mejor acceso con los Hispanos, que con otro grupos étnicos.
Esto pasa con Fiat, que le dio la espalda al mercado hispano, y en un último manotazo de ahogado querrá cautivarlo, algo que la comunidad no lo entenderá, ya que sabrá que Fiat no está hecho para un consumidor que tiene un vehículo por necesidad solamente.
Los ejecutivos de Fiat deben de estar escuchando la canción “Resistire”, “Cuando pierda todas las partidas, cuando se me cierren las salidas y me pongan contra la pared”, Resistiré ¡!!
Pero hasta cuando resistirá Fiat? Una pregunta que ni el CEO de la automotriz pudiera contestar hoy.