Así como la oscura pero gloriosa historia del EV1 de General Motors, hubo otras compañías que han fabricado autos eléctricos y exitosos hace mucho tiempo.
Si no hubiera sido por los lobbyist de las gasolineras y los concesionarios de autos (ellos pierden al no dar tanto servicio y partes a estos autos), hoy en día el mundo seria mas limpio.
Tesla ha demostrado que se pueden vender autos en linea y sin concesionarios y son lideres en mercados como Europa y China.
Hay Estados de los EE.UU. que no permiten venden Teslas si no es por concesionarios, ya que Tesla no necesita de concesionarios. Michigan es el que ha puesto mas restricciones.
Claro, en Michigan están las sedes de los tres fabricantes de Detroit. Utah, Nueva York, Connecticut, Nuevo Mexico, Wisconsin, Oklahoma son otros Estados que siguen luchando en contra de Tesla.
En Connecticut y Michigan, Tesla puede operar salas de exhibición y centros de servicio, pero no puede vender autos, algo ridículo.
Hay mucho por hablar y discutir sobre el tema de los autos eléctricos y porque no se han implementado antes. Por ahora vamos a esta historia.
El BMW eléctrico cumple 50 años
Ha pasado medio siglo desde que el primer BMW propulsado por electricidad se exhibiera en un evento tan importante como los Juegos Olímpicos de 1972.
Gracias al BMW 1602 surgió la que hoy conocemos como la gama “i” de BMW.
El BMW 1602 se presentó en un brillante color naranja y fue denominado como Elektro-antrieb, que en español sería “accionamiento eléctrico”.
En este contexto, BMW tuvo una visión de futuro excelente, puesto que se adelantaron a la gran crisis del petróleo sucedida en 1973.
BMW dio el gran paso que surgió de una idea de electrificar sus vehículos porque el futuro así lo requerería, y se puede comprobar como cuarenta años después se hizo realidad con la presentación del primer BMW i3.
Este modelo de cero emisiones en particular, estaba construido sobre la base y soporte de los modelos contemporáneos de combustión, teniendo incluso una carrocería y/o apariencia exterior exactamente igual a estos modelos.
No existía ninguna diferencia aparente más que la desaparición del tubo de escape y lo que se escondía bajo el capó delantero: una docena de baterías de plomo-ácido estándar de 12 voltios desarrolladas por Varta que tenían un peso aproximadamente de 350 kilogramos.
En relación al motor eléctrico, contaba con una potencia de 32 kW (43 CV) e iba instalado contiguo al conjunto de baterías. El motor, al igual que en los modelos de combustión, accionaba el árbol de transmisión que generaba el movimiento de las ruedas traseras.
De hecho, aún siendo el primer BMW propulsado eléctricamente ya contaba con los sistemas tecnológicos iniciales que poco a poco se han ido mejorando y adaptando hasta la actualidad, como el sistema de frenada regenerativa puesto que el motor funcionaba además como generador y tenía la posibilidad de devolver algo de la energía generada a las baterías que hacían posible el funcionamiento total del vehículo.