Según cita S&P Mobility, la edad promedio que un propietario posee un vehículo en los Estados Unidos, alcanzó el récord de 12,2 años en el 2022.
El extraordinario número significa que hay 283 millones de automóviles y camionetas en la carretera, un promedio de 0,85 por habitante, casi llegando a la friolera de un auto por habitante.
La población estadounidense está justo por encima de los 330 millones de habitantes.
Hay al menos dos causas para esta longevidad
La gente no puede comprar autos nuevos debido a la escasez de microchips utilizados en sus sistemas electrónicos, y muchos de los nuevos modelos de autos están mejor construidos que hace una década.
Esto hace que los autos nuevos sean más escasos y más caros
S&P Mobility agrega en el informe:
“El efecto continuo de las restricciones de la cadena de suministro ha llevado a una disminución en la chatarra de vehículos, que mide la cantidad de vehículos que abandonan la población de vehículos y ha sido un catalizador para el aumento en la edad promedio a lo largo del tiempo”.
S&P Mobility dicen que esperan que la cifra vuelva a subir el próximo año.
Los estadounidenses que no pueden comprar autos nuevos han recurrido a los modelos ligeramente usados. Generalmente tienen dos o tres años y tienen al menos algunas de las características de los nuevos.
A menudo tienen garantías y han sido cuidadosamente inspeccionados por los distribuidores en busca de defectos y calidad. Es casi seguro que los autos que tienen más de cinco años no reciben ese tratamiento.
Los datos son buenas noticias para el negocio de reparación de automóviles. Es casi seguro que un automóvil de una década necesita algo de mantenimiento.
Pronto, los estadounidenses tendrán que conducir automóviles sin puertas ni neumáticos, porque desafortunadamente, los proveedores de repuestos no han esquivado la escasez de la cadena de suministro.
Las empresas de automóviles tienen que tomar los datos como malas noticias. Si la gente puede conservar un auto 12 años, ¿por qué no 13 o 14?, lo que no es ninguna buena noticia para los fabricantes.
Toyota analizo el problema y suspendió la fabricación de algunos de sus modelos, debido a que no tienen todos los componentes paras ser terminados. Y se espera que otros fabricantes lo seguirán.
Para peor, muchos de estos autos nuevos que los fabricantes venden, llegan con defectos electrónicos de fabrica que deben ser llamados a revisión, y hasta esa revisión debe esperar, ya que debido a la escasez de repuestos el concesionario no los puede reparar.
Por lo que un propietario que adquirió un auto nuevo con defectos, no puede tener acceso a una reparación de mantenimiento por falta de partes. Por razones como esta y otras mas, los propietarios tratan de mantener sus viejos modelos en condiciones para su uso diario.
Según la mayoría de los estándares Estadounidense, un automóvil vendido en 2010 es muy viejo. Pero con la crisis en la industria, muchos han dejado ese estandarte detrás, ya que no ha impedido que la gente siga en posición de sus viejos y conocidos autos.