Según la organización británica Child Seat Safety, dos de cada tres pequeños no viajan de forma correcta y segura cuando van en el automóvil.
No se trata sólo de casos en los que no usan la silla obligatoria, sino de otros errores que también pueden tener graves consecuencias en caso de accidente.
Por ejemplo, este estudio asegura que la mayoría usa sistemas de retención inapropiados o asegurados de forma incorrecta.
Sólo hay que seguir unas normas básicas, para tener a tus hijos seguros en tu auto:
- La sillita, homologada y según altura y peso: No solo es la edad la que determina qué tipo se debe usar, sino su peso y medida. Es sumamente importante que se use la sillita del grupo adecuado, porque el diseño de cada uno responde a unas necesidades específicas de protección del cuerpo de los pequeños”.
Por otro lado, hay que tener cuidado, con las heredadas, de segunda mano, porque tras un largo periodo de tiempo los materiales tienden a deteriorarse y puede que no garanticen la protección original. Tras un accidente, también hay que sustituirlas.
- En los asientos traseros siempre: Son los más seguros con diferencia. Por eso es dónde siempre deben viajar los niños. Aunque el asiento del copiloto está habilitado para colocar sistemas de retención infantil, sólo está recomendadousarlo en ocasiones muy excepcionales, por ejemplo, cuando los de atrás ya están ocupados por otras criaturas. En estos casos, hay que desconectar el airbag.
- Asegurar el correcto anclaje: Es importante leer detenidamente las instrucciones de la silla para instalarla correctamente y, después comprobar en cada viaje que está bien fijada. El método más sencillo y cómodo es el Isofix. Si el modo de anclaje es con el cinturón de seguridad, debemos cerciorarnos de que pasamos correctamente la cinta por los puntos que indica el fabricante.
- El arnés bien tensado:A menudo los pequeños lo llevan demasiado holgado, con lo que hasta pueden sacar los brazos, algo que podría tener graves consecuencias en caso de colisión. Los arneses deben ir tensados y lo más ajustados posible a su cuerpo. Un truco es intentar pellizcar la cinta. Si se puede, se deben ajustar un poco más.
- Sentido inverso a la marcha el máximo tiempo posible:En caso de colisión frontal, el cuello de un bebé no está preparado para soportar el peso de su cabeza impulsada hacia delante, por eso las sillas de los grupos 0 y 0+ están diseñadas para colocarse sólo a contramarcha.
- No descuidar los trayectos cortos: Los desplazamientos de casa al colegio acumulan el mayor número de conductas de riesgo. Muchos dejan que los más mayores se abrochen solos, sin comprobar si lo han hecho correctamente.
- Abrigos y mochilas fuera: En los viajes de pocos minutos, a menudo se deja a los pequeños con el abrigo puesto o incluso con la mochila escolar a la espalda.
Son elementos que aumentan la holgura entre el cinturón y el cuerpo del niño, y pueden dificultar el buen funcionamiento del arnés. Y aunque sea para pocos millas, ya que nunca se debe olvidar que la seguridad es clave.
- Todo al maletero: Equipaje y objetos en los asientos o en la bandeja trasera pueden convertirse en proyectiles en caso de un frenazo o colisión. Deben ir al maletero.
- Predicar con el ejemplo: La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es un requisito indispensable para la educación, también en seguridad vial. El cinturón es obligatorio para todos y los niños imitarán la conducta de los padres, porque el ejemplo vale más que mil palabras.
- En caso de accidente: Siempre que sea posible, hay que sacar a los pequeños de un auto siniestrado en su silla. Salvo riesgos inminentes, nunca hacerlo en brazos ya que se les podría provocar una lesión grave.