El proceso de la pintura de los Bugattis consta de ocho capas de material, es solo una de las muchas razones por las que los hipercoches de la marca tienen un precio tan alto.
No es ningún secreto que cada obra maestra que Bugatti crea se produce con la máxima precisión, pero, sorprendentemente, se necesitan entre 600 y 700 horas para crear y aplicar la pintura de cada vehículo.
Por ejemplo, tomemos al Chirón, se tarda nueve meses desde la configuración hasta la entrega, con más de 1800 piezas ensambladas quirúrgicamente por 20 artesanos expertos.
Esto significa que se dedica más de un mes estrictamente a pintar el automóvil. Ese es el mismo tiempo que les toma a los fabricantes de automóviles de menor lujo producir 4 o 5 vehículos de principio a fin.
El proceso comienza mucho antes de que se aplique la pintura cuando cada panel se examina agresivamente para garantizar que no haya hoyos que afecten el acabado más adelante.
La marca emplea a su propio metrólogo (un científico especializado en la ciencia de las mediciones), Gregoire Haller-Meyer, cuyo único trabajo es garantizar que cada panel sea lo más perfecto posible.
Una vez que los paneles se consideran perfectos, se les da una primera capa de imprimación y se lijan hasta obtener una superficie lisa y consistente antes de aplicar una segunda capa de imprimación.
A partir de ahí se aplica el barniz y se lija, se aplica y se lija una y otra vez tantas veces como sea necesario hasta que, tras más de 100 horas de trabajo, finalmente se envían los paneles a pintar”.
La pintura de un hiperdeportivo Bugatti no solo requiere una experiencia increíble, sino también el compromiso y la ambición de cumplir siempre con los altos estándares de calidad de la marca, semana tras semana, coche tras coche», dice Simon Vetterling, especialista en carrocería y pintura de Bugatti.
Se aplica la pintura y luego un equipo de personas analiza cada panel para asegurarse de que los colores sean exactamente iguales, o los paneles se envían de vuelta para que se vuelvan a pintar.
Este proceso puede ser complicado gracias a los colores personalizados que usan muchos vehículos, las diferentes características de cada automóvil y el empleo de diferentes materiales de superficie como la fibra de carbono expuesta.
Sin embargo, el trabajo no está terminado una vez que se pinta el automóvil. Durante cuatro días, el vehículo se pule hasta obtener un brillo perfecto en lo que, según Bugatti, es el proceso de pulido más completo de la industria.
Luego, el automóvil se examina bajo las luces del túnel de luz de la compañía durante horas al tacto y la vista hasta que finalmente, después de lo que parece una vida de trabajo, la pintura del automóvil está realmente completa.
El proceso es impresionante, rayano en lo absurdo, pero no esperaríamos menos de coches que pueden llegar a las ocho cifras.