Los Hispano Suiza Carmen y Carmen Boulogne han marcado un antes y un después en la industria de la automoción, de la misma forma que sus antecesores lo hicieron hace más de un siglo.
Pioneros en tecnología, elegancia, exclusividad y prestaciones. Todo ello les confiere el título de hypercars, un concepto que eleva a un nuevo nivel las capacidades de estos vehículos.
1. Tecnología
Los Hispano Suiza han sido desarrollados, literalmente, en los circuitos de carreras. La oficina técnica de la marca española está formada por reputados ingenieros y mecánicos de competición, con experiencia en campeonatos de la talla de la Fórmula E.
Además, la marca cuenta con el expiloto de Fórmula 1 y turismos Luis Pérez-Sala como piloto de desarrollo, quien ha podido completar incontables kilómetros al volante del Carmen en el Circuit de Barcelona-Catalunya y las carreteras de alrededor.
Por todo ello, no es un secreto que Hispano Suiza haya creado un vehículo avanzado a su tiempo, utilizando tecnologías de vanguardia raramente vistas antes en un modelo concebido para rodar en carretera.
El resultado es un vehículo con 1.114 CV de potencia en el caso del Carmen Boulogne y 1.019 CV en el caso del Carmen, con un sistema de propulsión totalmente eléctrico con el que pueden recorrerse alrededor de 400 kilómetros con una carga completa y en modo cero emisiones. Todo ello gracias a la batería de 80 kWh.
2. Prestaciones
¿Qué sería de un hypercar sin unas prestaciones de ensueño? Los dos Hispano Suiza también cumplen con esta importante condición. Éstos pueden acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos.
Con una potencia prodigiosa (820kW) y un peso en orden de marcha de tan solo 1690 kg (60 kg menos en el caso de la versión Boulogne), el Carmen presenta una capacidad de rendimiento de primer orden.
Aunque está concebido para la carretera, se desenvuelve perfectamente sobre la pista, al nivel de vehículos de competición.
3. Diseño
El diseño es una de las señas de identidad y factores diferenciadores de Hispano Suiza. La marca ha cuidado los detalles tanto del interior como del exterior y ha intentado que cada persona que acceda a uno de sus vehículos sienta que se encuentra en el interior de uno de los coches más exclusivos jamás creados.
Para el exterior, Hispano Suiza decidió basarse en uno de los icónicos diseños de los años 30, el H6C Dubonnet Xenia, un modelo que representaba una evolución del Xenia, más potente y con una carrocería más aerodinámica. El Carmen es una representación moderna de aquel coche, adaptado a los nuevos tiempos, con motor eléctrico y las más avanzadas tecnologías.
En cuanto al interior, cuenta con los mejores materiales, inspirándose en los interiores de los modelos Hispano Suiza más lujosos. El habitáculo, de dos plazas, irradia refinamiento y opulencia y complementa a la perfección su rendimiento.
En el salpicadero, por ejemplo, se utilizan revestimientos de madera y aluminio de alta calidad mecanizado. La esfera del reloj clásica situada en el centro del salpicadero refleja la posición de los relojes de los primeros coches de la marca.
Asimismo, el selector de marchas triangular es un guiño al triángulo de acero que se encontraba en el salpicadero de modelos anteriores de la marca.
4. Exclusividad
No hay dos Hispano Suiza iguales, y eso también es una parte importante del concepto hypercar, ya que cada propietario puede contar con un modelo inimitable en su garaje, hecho específicamente para él, gracias al programa “Unique Tailormade”.
A través de éste, el cliente de Hispano Suiza puede elegir entre más de 1.904 combinaciones para el interior y el exterior de su nuevo Carmen, configurando de esta forma un modelo único.
La producción de los Hispano Suiza Carmen y Carmen Boulogne, además, está limitada a 24 unidades.
5. Leyenda
Hispano Suiza es historia pura de la industria automovilística española, europea y mundial. Fundada en Barcelona en 1904, la compañía fabricó más de 12.000 coches y 50.000 motores de avión en su primera era, entre 1904 y 1946.
Su carácter pionero, el diseño, las prestaciones, la calidad y el lujo atrajeron a aristócratas, intelectuales y artistas, como el rey Alfonso XIII, Coco Chanel, Albert Einstein o Pablo Picasso.