Por Enrique Kogan
[dropcap]L[/dropcap]a carrera por la auto-conducción está caliente, y muy pocas automotrices se quieren quedar atrás, por lo que se considera el próximo paso al futuro de la transportación.
Esta vez la automotriz Sueca Volvo ha intensificado su carrera, anunciado que se asociará con Uber, para desarrollar y producir vehículos autónomos.
Tanto Volvo como Uber, acordaron invertir $ 300 millones de dólares, para el programa de desarrollo que se espera que tenga prototipos de automóviles en la carretera en un corto periodo de tiempo.
Volvo utilizará su plataforma escalable (SPA) como base para los nuevos vehículos. La plataforma SPA ya se sustenta en el XC90 y el sedán S90, y será utilizada para los modelos adicionales de cara al futuro.
Uber estableció su centro de desarrollo autónomo en el 2015 en la ciudad de Pittsburgh, prácticamente al lado del laboratorio de la Universidad Carnegie Mellon, que ha estado trabajando en esta tecnología desde hace muchos años.
Mientras que los ingenieros de las dos compañías colaborarán en el desarrollo de los sistemas autónomos, Volvo será en última instancia el responsable de producir los vehículos en su fábrica, mientras Uber los comprará para utilizarlos en su flota.
El cambio a vehículos autónomos marca un cambio importante para las empresas como Uber y Lyft. Hasta ahora, estas empresas no han tenido ninguna inversión de capital sustancial más allá de los servidores que ejecutan el software de comunicación por radio.
Uber, en particular, ha sido inflexible en múltiples demandas por los conductores que ni siquiera son empleados, ya que son contratistas independientes y todo lo que hacen es proporcionar a Uber la plataforma que conecta a los conductores y pasajeros.
Los vehículos utilizados hasta ahora han sido propiedad de los conductores que son responsables de su compra, mantenimiento, seguro y combustible.
Invertir miles de millones de dólares en vehículos reales, le permitirán a Uber y a sus competidores tener más control. Una parte importante del modelo de comunicación por radio-taxi gira en torno a la oferta y la gestión de la demanda.
Cuando la demanda de transporte está superando a la oferta de conductores, y esto es un reto muy especial que tiene Uber, que se centra en la esperanza de atraer a más conductores que salgan a la carretera.
Sin embargo, esto no siempre funciona, dejando a los pasajeros frustrados, esperando enojados, por pagar precios más altos de los que se anuncian.
Uber y sus competidores también han tenido que pagar grandes sumas de dinero para atraer a nuevos conductores para empezar y establecerlos en nuevos mercados. Esto ha dado lugar a enormes pérdidas a la empresa.
La presunción es que una vez que la inversión se ha realizado en vehículos autónomos, las empresas serán capaces de desplegar su actividad a a voluntad y sin tener que depender de los conductores.
La seguridad es también una preocupación ya que tanto Uber como Lyft han tenido numerosos incidentes de asalto por los conductores, en particular contra las mujeres.
Uber y Lyft han resistido a los esfuerzos de los reguladores para forzar más estrictos controles de antecedentes, tanto por razones de costo y también para evitar descartar a más potenciales conductores.
Tanto Uber como Volvo no han anunciado el tiempo de producción para su vehículo de auto-conducción, pero los dos quieren que estén disponibles tan pronto como sea posible.