En una movida que seguro se le sumaran mas fabricantes, la automotriz Sueca Volvo, (propiedad de la China Geely), ha suspendido los envíos de automóviles y vehículos pesados (HGV) a Rusia, a raíz de la invasión de Ucrania.
En un comunicado visto por Reuters, el fabricante sueco citó los «riesgos potenciales asociados con el comercio de material con Rusia, incluidas las sanciones impuestas por la UE y EE. UU.» como un factor en la decisión.
Es el primer fabricante de automóviles internacional en detener las ventas en Rusia a la luz del conflicto en curso en Ucrania y, como resultado, las sanciones comerciales impuestas a Rusia por varios otros países.
La firma no dio un marco de tiempo sobre cuándo se reanudarían las ventas, solo dijo que «Volvo Cars no entregará ningún automóvil al mercado ruso hasta nuevo aviso».
Reuters dijo que Volvo vendió 9000 autos en Rusia el año pasado, importándolos de fábricas en Suecia, China y Estados Unidos. El Grupo Volvo en general realiza el 3% de sus ventas globales en Rusia.
La suspensión de las ventas rusas de Volvo Cars sigue a la decisión de su empresa hermana de vehículos comerciales, AB Volvo, de poner fin a toda la producción y las ventas en Rusia.
La firma construye vehículos pesados con insignia de Volvo y Renault en una planta en Kaluga, a unas 100 millas de Moscú, que ha estado en funcionamiento desde 2009 y emplea a unos 700 trabajadores.
Un portavoz de la compañía dijo a Reuters: «Ahora tenemos un poco más de claridad sobre las sanciones y la seguridad en la región. Esto significa que todas las operaciones en Rusia terminan».
El fabricante rival de vehículos pesados, Daimler Truck, también suspendió sus operaciones en Rusia, donde tiene una participación del 10% en el fabricante nacional de vehículos comerciales y militares Kamaz.
Daimler dijo que las piezas que suministró a Kamaz estaban siendo utilizadas exclusivamente para vehículos comerciales, pero tomó la decisión de «suspender de inmediato» sus actividades comerciales en el país.