De acuerdo con el IIHS, ( Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras), el hecho que usted está montado en el asiento trasero no significa que estará más seguro en un accidente.
Un informe publicado esta semana reveló que cuatro de cada cinco adultos que admitieron que no se abrochaban los cinturones ni en los autos de sus amigos, ni en los taxis ni en los servicios de viajes compartidos.
Todo esto a pesar de que un informe del IIHS y el Children’s Hospital de Filadelfia, no encontraron diferencias en el riesgo de muerte en un accidente grave, si los pasajeros estaban sentados en el asiento delantero o trasero.
«La mayoría de los adultos, no están tan seguros viajando en el asiento trasero como el asiento delantero, sin el cinturón de seguridad», dijo Jessica Jermakian, una ingeniera de investigación del IIHS. «Eso se aplica también a montar en un Uber, Lyft u otro vehículo alquilado, también.»
El IIHS encuestó a 1172 personas y encontró que la mayoría de los encuestados dijeron que se abrochaban sus cinturones en los asientos delanteros y traseros. De los encuestados, el 72 por ciento dicen que se los abrochan en los asientos traseros, en comparación con el 91 por ciento de los pasajeros de los asientos delanteros.
Casi el mismo número de personas, un 73 por ciento, dijo que se abrocharían si supieran que el conductor podría ser detenido por no tener a los pasajeros traseros restringidos.
De acuerdo con la encuesta del IIHS con las 1172 personas, casi el 17 por ciento de los adultos, cuando se le preguntó si llevan cinturones de seguridad en el asiento trasero en un auto alquilado, dijeron “no sé”, a pesar de la abrumadora evidencia de que podrían resultar heridos o hasta perder la vida en un accidente grave.
Según el informe, 29 estados, incluyendo el Distrito de Columbia, requieren que los pasajeros de los asientos traseros abrochen su cinturón, y 20 estados hacen que sea una ofensa primaria, lo que significa que los conductores pueden ser detenidos, sin restricciones para los pasajeros traseros.
Tres de cada cinco pasajeros en el asiento trasero dijeron que usarían cinturones de seguridad si estaban al tanto de una ley que les obligaba a hacerlo.
Un estudio de 2013 de la Universidad de Virginia, encontró que los pasajeros de los asientos traseros sin restricciones, tenían el doble de probabilidades de morir en accidentes mortales que los conductores que llevaban cinturones de seguridad.