El mundo está cambiando, y las nuevas generaciones ya no tendrán que pasarse horas en autopistas congestionadas, ni tener que hacer visitas al mecánico por algún imprevisto.
Con el inicio de los autos sin conductor y los servicios de transporte compartido, muchos expertos han dicho que las ventas de sedanes, coupés, crossovers, vehículos utilitarios deportivos y camionetas tradicionales, se desplomarán.
Esto truncaría los ingresos de las compañías automotrices más grandes del mundo, como la Alianza Nissan Renault, Volkswagen o Toyota.
Hace unos meses, un líder de la industria hizo comentarios para respaldar la teoría de que los autos convencionales desaparecerán, y la advertencia es más marcada que la mayoría.
Como los servicios compartidos cambian el uso del automóvil y la propiedad, el nuevo jefe de diseño de Toyota, cree que los vehículos cambiarán hacia cajas genéricas con ruedas para uso diario o automóviles de ultra lujo, eliminando la necesidad de modelos de mercado masivo.
Simon Humphries, responsable del diseño de las marcas Toyota y Lexus de la automotriz, dijo que las flotas de vehículos eléctricos, podrían algún día eliminar la necesidad de que las personas manejen por sí mismas a diario.
Lo que no se dice es que las compañías de automóviles más grandes pueden fabricar los vehículos nuevos, pero las cifras nunca serán más que modestas. La demanda de vehículos tradicionales, hecha por millones cada año, nunca volverá.
Las plantas de automóviles estarán inactivas y las personas que trabajan en ellas serán despedidas. Los empleados de cuello blanco que operan los fabricantes serán cada vez menos necesarios.
Es de suponer que con la disminución de los ingresos y más dificultades para mantener sus resultados finales. Las empresas como Volkswagen se reducirán al tamaño de BMW o menor.
Las ventas de BMW corren alrededor de 2.4 millones al año. Los de Volkswagen alrededor de 14 millones. Un número aún más pesimista se basa en las ventas globales de Porsche, que suman alrededor de 230,000.
Estos transportes máximos autónomos, que algunos ya llaman las «cajas genéricas sobre ruedas», pueden ayudar a las grandes compañías automotrices que las fabriquen, a mantener cierto volumen. Pero estos serán económicos, lo que significa que los márgenes serán difíciles de conseguir.
Es posible que el futuro de la industria del automóvil sea sombrío y cada vez más sombrío a medida que la automatización este llegando.
Por Manuel Arroyo.