Como se ha venido realizando por 30 años consecutivos, el encuentro de autos en Seal Beach, el Classic Car Show, afirma que el sur de California es el centro mundial del automóvil.
Con más de 550 autos de todo tipo y más de 25,000 personas asistiendo a esta feria, les cuento que el ambiente es muy especial.
Con excelente temperatura y sin una sola nube en vista la caminata entre los carros en las calles fueron una experiencia inolvidable.
Camaros, Mustangs, Corvette, Willies, Nash, Cadillac, Buick, Oldsmobile, Lotus, Maserati, Lincoln, Pontiac, la mezcla es sin igual.
Además de las marcas, hubo la variedad de estilos como Hot Rod, Rat Rod, Classic, Retro, Tuner, Vintage, Dragster, y hasta lo que nunca se fabricó (como una camioneta Ranchero que le cambiaron el frente por uno de un Edsel !), todas se dieron cita para el gran aniversario.
Cada carro tiene su historia, pero sería imposible contarles cada uno de las más de 500 anécdotas, que se respira en el parqueo.
Las conversaciones también son interesantes. Hay historiadores que se saben cada tornillo en cada carro. Y también propietarios muy ilusionados de que sus «baby’s» son únicos y merecen una historia en algún libro de edición limitada.
La originalidad siempre es válida. Pero también la creatividad mecánica (como el motor V10 en un Woody !) y el diseño exterior (como un Cadillac Chop-top).
Me llamó mucho la atención la camaradería entre tantos tipos de dueños, los cuales están convencidos de que su máquina es la mejor.
Pero como comparar un Ford GT40 Original con un Rat Rod? Un Thunderbird color rosa con un Camaro Touring de 1000 HP?. Todos nos llenan de emoción.
El automóvil tiene una conexión muy especial con el ser humano. Durante esta fiesta todos dejaron de lado su posición política, sus creencias y compartieron un día que fue para todos.