Controlar los niveles y el cambio continuo de aceite es un requisito primordial para la vida útil de nuestro auto.
Este aceite se encarga de lubricar y proteger el motor, disminuyendo la temperatura y el desgaste causado por la fricción, por lo que es muy importante mantenerlo en perfecto estado.
Si nos olvidamos de controlar los niveles y de cambiar el aceite en las revisiones indicadas en el manual de nuestro vehículo, las consecuencias pueden ser graves y costosas, en el peor de los casos, dañando el motor para siempre.
El aceite se va contaminando
El aceite se va contaminando con el roce de los componentes internos y con la combustión del combustible.
Aunque el filtro de aceite lo va limpiando, este pierde efectividad con el paso del tiempo, por eso es necesario que no solo te cambien el aceite, sino también los filtros. No olvides pedir las piezas que se han cambiado de tu auto.
El aceite se oxida
Estando tu auto en movimiento o así lo tengas parado en el garaje, el aceite se oxida. Además, a mayor tiempo, más rápida es la oxidación.
Así que si compras uno usado o estás por manejar ese auto que tu familia tenía abandonado, es prioridad el cambio de aceite y filtros.
Revisa el consumo
Como el resto de los fluidos, el aceite se va consumiendo. Recuerda revisar los niveles periódicamente, con el auto apagado y en una superficie plana.
Tener una poca cantidad de aceite puede provocar daños gravísimos (y carísimos) en el motor.
También esté atento a las señales del tablero: si se enciende la luz del aceite, deja de usar automáticamente tu vehículo.
Por Yeduis Silva.