De acuerdo con los documentos presentados ante la NHTSA que se lanzaron el miércoles, Fiat Chrysler está retirando alrededor de 8,000 sedanes y cupés nuevos de Dodge y Chrysler para solucionar un problema eléctrico que podría evitar que se iluminen las luces de advertencia de su tablero de instrumentos.
Debido a este defecto, los modelos Dodge Charger, Dodge Challenger y Chrysler 300 del 2019 no cumplen con los requisitos de los estándares federales de seguridad para vehículos de motor.
Un total de 7,929 autos están sujetos a la retirada y Fiat Chrysler estima que el 100 por ciento de los vehículos albergan el defecto. Los vehículos se ensamblaron con software defectuoso antes de que el nuevo software corrigiera el problema en la producción.
Muchos de los autos retirados aún están en los inventarios de los concesionarios. Para los propietarios que ya han recibido la entrega, la solución es llevarlos a reparar.
FCA comenzó a notificar a los propietarios el 8 de abril para traer sus vehículos a un concesionario para que un técnico instale una versión más nueva del software que controla las luces del tablero.
El nuevo software hará que el grupo de indicadores funcione sin la posibilidad de que las luces del tablero y las advertencias no se iluminen.
Para cualquier propietario que haya atendido el problema antes de la retirada, FCA proporcionará un reembolso.