La operación de Fiat en Estados Unidos ha tenido muy malas noticias recientemente. Uno de ellos fue el último en el «Índice de Satisfacción del Cliente Americano«, empatado con su hermano americano, Dodge.
La satisfacción del cliente estadounidense «El ACSI Automobile Report 2017» se basó en entrevistas con 3.934 clientes registrados entre el 1 de julio de 2016 y el 20 de junio de 2017.
La otra es que las ventas de Fiat colapsaron un 23% en agosto a sólo 2120, lo que hace cada vez más difícil explicarles a los inversionistas de la automotriz, porque esta continúa invirtiendo en la presencia de la marca en Estados Unidos.
Ser último en la marca de satisfacción al cliente no es nuevo para Fiat. Consumer Reports lo ha puesto último entre las marcas de la industria, al igual que la consultora J.D. Power.
Los números de agosto de Fiat se vieron socavados en parte por una caída en las ventas de su último modelo, en comparación con agosto de 2016. Hasta agosto, las ventas del Spyder habían aumentado.
Esa tendencia ayudó algo los números de Fiat pero estos siguen siendo tristes. En los primeros ocho meses del año, las ventas de Spyder aumentaron de 941 en 2016 a 3332. Sin embargo, en agosto las ventas del Spyder cayeron de 460 el año pasado a 382 el mes pasado.
El vehículo primario de Fiat es la serie 500. Las ventas del modelo base 500 han caído un 7% a 9419. Las ventas de los 500X bajaron un 38% a 5237, y las ventas del 500L han caído 61% a 1058.
Es difícil imaginar cómo reaccionan los distribuidores de Fiat para apoyar una marca que no vende como debería. Los vehículos de Fiat tienden a permanecer más tiempo en los lotes del distribuidor que cualquier otra marca.
Los distribuidores tienen que apoyar a Fiat con marketing, personal de servicio y vendedores capacitados. Muchos comerciantes de Fiat venden otras marcas, pero eso no contrarresta por completo la resistencia de la que lleva el estigma de la baja opinión de los consumidores.
Hasta ahora yo no he visto anuncios de Fiat en el mercado hispano, donde están los amplios conocedores de la marca, que la han visto o poseído en América latina.
Creo que invertir un peso para venderle un Fiat a un americano en Indiana, es como comprar una lotería y esperar ganar.
Y esta tendencia viene de hace décadas y con otros modelos de automóviles, así que tratar de cambiarle la percepción a una agencia de publicidad o a una automotriz, que quiere vender un producto ineficaz a un cliente menos eficaz, es como venderle carne a un vegetariano.
Fiat Chrysler registró sus peores ventas en agosto del 2017 que en agosto de 2016, y creo que ya no puede permitirse el lujo de seguir jugando con la marca Fiat.