Que la Fórmula 1 en Miami representa una oportunidad fantástica para llevar el mayor espectáculo del automovilismo del planeta a una de las ciudades más icónicas del mundo, no hay quien lo dude, pero…
Por Juan Carlos Maimone
Para comenzar – y acorde a lo estipulado por Liberty Media, propietarios de la F1 – el plazo que determinaba si Miami tendría o no su Gran Premio de Fórmula 1 venció el 1 de julio, por lo que hoy en el cronograma del 2019, sólo figura una sola carrera en los Estados Unidos y será la del Circuito de las Américas en Austin, Texas.
Si bien es cierto que en un primer momento se planteó la posibilidad o por lo menos la intención de un proyecto a diez años comenzando la próxima temporada; esa tentativa hoy, está estancado y además de contar con una fuerte censura por parte de los residentes respecto a donde se situaría el circuito callejero.
Con sumo atino; estos opinan que verían interrumpida la normalidad de sus vidas en una ciudad ya totalmente colapsada por el tránsito…
Es evidente que los tiempos han cambiado. En 1983 cuando se inauguró el GP de Miami – creación del desaparecido visionario Rafael Sánchez – Miami y lo que es conocido por el Gran Miami, tenía una población de 1.750.000 habitantes.
Hoy es de casi 3 millones en el Condado y desde West Palm Beach a Homestead – que es el área de influencia – sube a 6 millones, de los cuales unos 200 mil entran al Condado diariamente a trabajar en la ciudad. Y aquí no estamos incluyendo a los turistas que ya suben a cifras escalofriantes.
Así que – ante la versión de tantos “opinadores” al respecto, la cosa que en algún momento muchos daban por hecho – no es tan así ni tan fácil como parecía.
La pretendida llegada de la categoría mayor del automovilismo a Miami, está creando ya – mucho antes de llegar – demasiados roces entre los organizadores y la comunidad.
No es necesario destacar, que la ciudad está totalmente colapsada por el tráfico, un sistema de semáforos totalmente obsoletos y una superpoblación vehicular caótica sin vías de solución.
«La F1 no solo afectará el tráfico por mucho tiempo; es incluso más ruidoso y cerraría parques o accesos por casi cuatro meses… «, dice Andres Althabe, presidente de la Asociación de Vecinos de Biscayne (BNA). «La amenaza de una demanda es clara y este nuevo diseño del circuito de carreras solo empeora la situación…».
La tensión se acelera claramente, ya que Althabe dice que en una reunión reciente «el representante del promotor les dijo en referencia a la participación de los residentes en las negociaciones:
“Este no es vuestro lugar, es el lugar de todos..”. Bueno, sucede que pensamos exactamente eso, pero llegamos en una conclusión diferente: Si el lugar es de todos, por qué las empresas pueden cerrar todo para sus eventos con fines de lucro totalmente privado…?
Siniestramente para la F1, un artículo recientemente publicado por Autosport, cita al comisionado de la ciudad Joe Carollo aduciendo que no solo se espera que los residentes los demanden, sino que «probablemente ganarán el juicio».
Para concluir; el director comercial de la F1, Sean Bratches, declaró esta mañana que si bien se había logrado un «progreso significativo» en la organización de una carrera en Miami, no sería posible cerrar el evento a tiempo para que se agregue al calendario F1 de 2019.
Por otra parte; la carrera propuesta ha enfrentado severas objeciones de los ciudadanos, los que presentaron una demanda contra la ciudad quejándose de la interrupción que causaría la carrera planificada.
De todas maneras; a los promotores de la carrera se les negó el permiso para usar parte de la tierra que originalmente estaba destinada al circuito, lo que además forzará a cambios sustanciales en el diseño de la pista…