Por Enrique Kogan
Cuando el fabricante de automóviles francés PSA, propietaria de Peugeot y Citroën, regrese a los Estados Unidos después de décadas, no lo hará para vender autos franceses. Ni perfumes tampoco.
PSA tiene la ambición de convertirse en un líder mundial en el uso compartido de automóviles y lanzará un programa en Washington, DC, a fines de octubre. El problema, es que los 600 vehículos utilizados en el servicio no serán Franceses, si no Chevrolet Equinox y Cruze.
El programa caerá bajo el paraguas de soluciones de movilidad Free2Move de PSA, que es un servicio para compartir autos y bicicletas actualmente disponible en varios países de Europa e incluso en Seattle desde el año pasado.
La aplicación le permite mostrar la ubicación, las características, los costos operativos y más de las ofertas de otros proveedores de autos compartidos como Car2Go, Zipcar y TravelCar.
El programa será el más grande de su tipo dentro de Free2Move para ser una flota independiente, pero la aprobación de Peugeots y Citroëns para los Estados Unidos, tendrian caminos serían costosos.
Ni Peugeot ni Citroën han vendido un vehículo nuevo en el país, desde que Peugeot abandonó el mercado en 1991, luego de las ventas excepcionalmente lentas y el aumento de los precios de los aranceles de importación. No se han vendido nuevos modelos franceses desde entonces.
Louis Chevrolet era Suizo Francés antes de llegar a los Estados Unidos, aunque eso no lo hace francés para los Franceses.