Por Manuel Arroyo
En los últimos años los compradores de automóviles nuevos, han hecho de los techos solares de vidrio una opción muy popular que le ilumina el vehículo y le da una vista más panorámica del contorno.
Pero además de su popularidad, estos techos tienen un efecto secundario e inusual, ya que en los últimos años, está, siendo más frecuente que nunca los casos de explosión de estos techos solares de cristal.
La revista Consumer Reports cita datos de la Asociación Nacional de Tráfico y Seguridad de Carreteras (NHTSA,) que muestran que desde 1995 se han reportado 859 casos de techos solares que han explotado.
Además, las quejas aumentaron significativamente en un 71 por ciento desde 2011 y los expertos de la industria no tienen información concreta para comprender por qué los techos solares tienen esta peligrosa característica.
Por ahora, solo existe una teoría, y es que el tamaño de los techos solares de vidrio han crecido a medida que los consumidores se mostraron interesados en pedirlos con grandes diseños panorámicos, que pueden atrapar demasiado calor, lo que evitaría que el cristal se expanda adecuadamente.
La marca coreana Hyundai contabilizó 119 casos desde 1995 y las de Ford ascendieron a 85 desde el mismo año, siendo las automotrices que encabezan la lista con la mayoría de las quejas sobre la explosión de los techos solares.
Nissan no está muy por detrás de Ford con 82 casos de techos solares que han explotado, y el Scion tC experimentó el mismo problema, después de que se informaron 71 casos únicos durante el período de tiempo.
Con el excesivo uso los accesorios simplemente se rompen, porque no hay fuerza física presente para hacer explotar el techo solar.
Según datos de la NHTSA, el dueño de un Hyundai Veloster de 2013 se quejó diciendo: «Una lluvia de cristales cayó sobre mí, pero a pesar de todo, con un brazo y la frente ensangrentada logré controlar el auto y poder pararlo seguramente».
Según el informe de Consumer Reports, estos sugieren que los fabricantes son conscientes del problema y no han realizado ningún cambio significativo para solucionar el problema.
Según el Instituto de seguros para la seguridad vial (IIHS), no hay pruebas que sugieran que los techos equipados con cristales son más débiles que los techos de acero normales, aunque sugirió que los techos solares pueden salirse de su lugar en el caso de un desplome de calor.