Por Yeudis Silva
La Administración Trump, considera aumentar las tarifas a la importación de automóviles por razones de seguridad nacional, con los nuevos aranceles que serían diez veces mayores a los actuales.
En concreto, los impuestos podrían alcanzar el 25% del costo de los vehículos, según indicaron dos funcionarios de la industria con conocimiento de ese plan.
Mientras que ese es el arancel actual para las camionetas y vehículos de propósito comercial, podría ser impuesto también a los automóviles particulares, cuya tarifa de importación es del 2,5%.
Sin embargo, no todas las compañías automotrices empacarán sus operaciones en los Estados Unidos y se irán.
Toyota se está sumando a las críticas más generalizadas de la industria automotriz a la investigación de las importaciones de la administración Trump al advertir cuanto más costarán sus automóviles más populares debido a los aranceles.
La Asociación de Fabricantes Globales de Autos, un grupo gremial con sede en Washington que representa a los fabricantes de automóviles y proveedores de partes con sede fuera de Estados Unidos condenó la investigación de la administración Trump el miércoles, llamando los posibles aranceles «la mayor amenaza a la industria automotriz de Estados Unidos en este momento».
Un arancel del 25% a las importaciones de automóviles, que es solo un impuesto a los consumidores, aumentaría el costo de cada vehículo vendido en el país.
Incluso el Toyota Camry, el sedán más vendido en Estados Unidos, fabricado en Georgetown, Kentucky, enfrentaría un aumento en los costos de 1.800 dólares.
Después de que Fiat asumió las antiguas marcas del Grupo Chrysler, la compañía comenzó a construir e importar el crossover de subcompacto Jeep Renegade de unos 18,445 dólares desde Italia. El aumento de tarifas significaría muchas cosas malas para este modelo.
Teóricamente, un distribuidor de Jeep podría orientar a los compradores hacia un modelo construido en los Estados Unidos. Sin embargo, el Compass de 21,095 dólares y Cherokee de 23,995 dólares son significativamente más caros.
Uno de los SUV más vendidos de Estados Unidos, el Toyota RAV4 superó en verdad a Camry y se ubicó en el puesto número 4 en el mercado estadounidense, detrás de las pick ups.
Ha ganado un 7% durante el mismo período del año anterior. Dependiendo de cómo la administración de Trump decida proceder, hay muchos casos en los que el precio de RAV4 también aumentaría en varios miles de dólares.
Según apunta un estudio de la consultora The Trade Partnership, si la administración del presidente Donald Trump decide imponer aranceles a autos importados del 25 por ciento por razones de seguridad nacional, provocaría una pérdida de 157,000 empleos netos en Estados Unidos.
Además, las principales pérdidas de empleos para EE.UU. ocurrirían en el sector servicios: 120,000 plazas menos en construcción y 68,000 empleos menos en el sector de servicios profesionales y de negocios.
SOURCE: Cheatsheet