Las automotrices se han venido esmerando y han estado fabricado mejores vehículos ante una feroz competencia. Pero esta buena calidad de los vehículos que llegan al mercado ha creado un problema. Así es, mejor calidad, más uso, menos gastos.
La edad promedio de los automóviles en Estados Unidos ha estado aumentado casi sin descanso durante más de una década. El nivel alcanzó 11.6 años en 2016 y se espera que crezca este año a más de 12 años.
Ese hecho es una espada de doble filo para los fabricantes de automóviles, ya que un automóvil de 12 años es considerado por muchos consumidores como un buen medio de trasportación y pueden estar en el mercado por largo tiempo.
El segmento de mayor crecimiento en la industria, es el inventario de automóviles usados con más de 16 años de antigüedad, según dice la consultora IHS Markit. Se espera que la cantidad de estos autos con más de 16 años crezca un 30% respecto del año pasado para el año 2021, lo que les crea un verdadero problema a los fabricantes.
Eso colocará el número de unidades en esta categoría en 81 millones, contra un US población de conducción de 220 millones. Un aspecto positivo para los fabricantes, en la tendencia de que muchas familias tienen más de un automóvil, y hay más necesidad de ellos, debido a los malos sistemas de transporte público.
Otra mala noticia para los fabricantes son los viajes compartidos, como Uber y Lyft, donde una persona que solo necesita un viaje corto a su trabajo, ya casi no necesita de un vehículo gracias a este tipo de movilidad.
Se espera que las ventas de automóviles nuevos sean un poco más de 17 millones este año, muy cerca de un récord, y que el número disminuya ligeramente el próximo año, pero los incentivos y la economía podrían afectarlo modestamente.
Una cosa es cierta. A medida que las ventas de automóviles nuevos se mantienen estables, los principales fabricantes deben competir por la cuota de mercado para mantener las ventas, y las ganancias probables, al alza. Esto, a su vez, puede impulsar nuevos incentivos para los compradores.
El mercado de automóviles nuevos se puede dividir en tres grandes segmentos. El primero son los sedanes y las coupes, muchos de los cuales son livianos y consumen poca gasolina. Estos se han vuelto impopulares ya que los precios del combustible se han mantenido bajos.
El siguiente son los crossovers y los vehículos utilitarios deportivos, un mercado que ha tenido un buen rendimiento, nuevamente debido, en cierta medida, a los bajos precios del combustible.
Estos vehículos tienden a obtener calificaciones de kilometraje bastante pobres, pero el costo de operarlos también se ve afectado por los bajos precios del combustible.
El segmento final son las pick ups de tamaño completo. Muchas personas no saben qué tan grande es este segmento. Tiene solo tres vehículos. Entre ellos, representarán 2 millones de nuevas ventas este año.
El gran líder es la Ford Serie F, seguido por el Chevy Silverado de GM y el Ram de Fiat Chrysler. Como grupo, sus ventas serán de hasta 5% este año, con ventas ligeramente más bajas para toda la industria.
Uno de los desafíos que la industria del automóvil se ha impuesto a sí misma es un período de financiación muy largo para muchos automóviles y camionetas.
El financiamiento del 0% durante 72 meses no es infrecuente. Será financieramente difícil para las personas vender estos vehículos hasta que hayan pagado el monto total adeudado. Esto crea un inventario de autos que tendrá seis años antes de ser vendidos o intercambiados.
Las compañías automotrices se enfrentan a un mercado en el que varias decenas de millones de personas no comprarán pronto automóviles nuevos.
Por otro lado, algunas personas con automóviles viejos querrán reemplazarlos, especialmente cuando las compañías ofrecen incentivos más agresivos.
El equilibrio entre esos dos grupos impulsará algunas ventas de automóviles nuevos en el futuro. Desafortunadamente para las compañías, nadie sabe cuánto mas será, y algunas sangrarán o desaparecerán en ese trascurso.
Por Enrique Kogan.