Una noticia bomba sacudió el mundillo automotriz, cuando Carlos Ghosn, CEO de Nissan, uno de los líderes más conocidos de la industria automotriz, acababa de renunciar.
Ghosn rescató a Nissan que estaba al borde de la ruina financiera y la convirtió en una potencia que abarca un grupo global de marcas de automóviles.
Nissan no sólo prosperó bajo el mando de Ghosn, sino que se convirtió en la pieza central de un imperio automovilístico que abarcaba América, Europa y Asia.
Ghosn dividía su tiempo con la Alianza entre Nissan y Renault que recientemente sumo a Mitsubishi, con lo que seguía escalando para entrar a un sólido cuarto puesto mundial, que pudiera ser tercero si GM vende a su división europea.
Indicó en 2012 que planeaba permanecer como CEO por sólo cinco años más, pero luego de la renuncia como la máxima autoridad, Ghosn dice que planea permanecer involucrado, ya que continuará como presidente de la junta directiva cuando el cambio de gestión se lleve a cabo el 1 de abril.
Ghosn dijo en un comunicado «Como presidente de Nissan, continuaré supervisando y guiando a la compañía, tanto de forma independiente como dentro del Renault-Nissan-Mitsubishi, ya que estaré comprometido a apoyar la alianza a medida que evoluciona y se expanda».
Nacido en Brasil y educado en Francia, Carlos Ghosn se convirtió en vicepresidente ejecutivo de Renault, que asumió 5.400 millones de dólares de la deuda de Nissan a cambio de una participación de 36,6% en la compañía japonesa en 1999.
Esta verdadera alianza de gigantes automotrices, los convirtió a una entidad que combinada, paso a ser el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo en ese momento.
Ghosn era conocido como un cortador de gastos, fue el hombre de la circuncisión, ya que hizo una serie de decisiones difíciles, que dejó volver a Nissan a la rentabilidad. Había llegado a Nissan como CEO en 1999, como director de operaciones en un momento en que la compañía estaba perdiendo dinero.
En 2004, agregó Renault a la alianza, por lo que sus viajes entre Francia y Japón fueron constantes. Tantos viajes mejoraron la visión global de Ghosn, lo que le permitió hacer movimientos agresivos en mercados emergentes como China.
Con Ghosn al mando, Nissan renovó su línea de productos, introdujo un nuevo estilo moderno, con nuevas características, haciendo los movimientos correctos para hacer los vehículos más atractivos.
Según los que los conocen, Ghosn es el típico CEO que dedica 24/7 sus días a la empresa, y deja muy poco tiempo para su vida personal. Se dice que durante el mundial y luego del 7 a 1 de Alemania a Brasil, se lo vio algo deprimido.
Carlos Ghosn será reemplazado por el co-director ejecutivo de Nissan, Hiroto Saikawa, que se unió al fabricante de automóviles japonés en 1977, y que ha subido muchos escalones para llegar a esta posición.
Saikawa fue el jefe de competición de Nissan y actualmente es presidente de la Asociación fabricantes de automóviles japoneses.
Para los Iberoamericanos que hemos visto el resurgimiento de Nissan, creemos que la mejor opción para liderar la automotriz a nivel global, es José Muñoz.
Muñoz es el CPO y Presidente de Nissan en América del Norte, llevando a la automotriz a sorprendentes récords de venta, y posicionándola sólidamente.
Anteriormente Muñoz había sido el presidente de Nissan México, dejando a la automotriz como máximo líder en el país Azteca.
No faltará mucho para que José Muñoz pase a ser el líder global de Nissan, y la automotriz entre al podio de las tres más grandes del mundo con Volkswagen y Toyota. Desde ahí, Muñoz sabe que el cielo es su único límite.