Por Pedro Olecin
La nueva Ferrari Portofino puede parecer que no es más que un reemplazo de la California, pero su ingeniería afectará la forma en que probablemente se construirán todos los futuros Ferrari convencionales.
Al igual que otros Ferrari, el Portofino se asienta sobre una estructura de aluminio, dado que la marca ha hecho un gran esfuerzo para reducir el número de piezas utilizadas, no solo para reducir la complejidad, sino también para ayudar a la rigidez y reducir el peso.
El mejor ejemplo de este nuevo proceso es el pilar A, cuyo recuento de componentes se ha reducido de 21 en California a solo dos en Portofino.
El número de piezas utilizadas para fabricar el chasis ha caído un 40%, mientras que la rigidez del chasis ha mejorado en un 35%. En general, el peso del auto nuevo se ha reducido en 80 kg.
Michael Leiters, el jefe de tecnología de Ferrari, dijo a los medios europeos: «La tecnología también se transferirá para su uso en futuros modelos». Lo que sugiere que se pueden hacer mayores ahorros en el peso y el conteo de componentes en todos los ámbitos.
Ferrari se centra en perder cada pedazo de masa que pueda, ya que sabe cuánto peso se agregará cuando la tecnología híbrida se utiliza por primera vez en uno de sus modelos de producción convencionales. Es probable que el reemplazo del 488 GTB sea el primer automóvil de este tipo.
El sistema híbrido utilizado en LaFerrari agregó aproximadamente 200 kg a su propio peso. Se espera que al menos la mitad de eso pueda ser contrarrestado por técnicas de integración de chasis, así como por un uso más inteligente y estratégico de los materiales de construcción.