El año pasado, la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico de Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) instó a los propietarios a dejar de conducir los inseguros autos hasta que fueron arreglados. Y entre ellos estaban varios modelos de Honda y Acura.
NHTSA dijo que el modelo 2001-2003 de los vehículos Honda y Acura tiene una probabilidad tan alta como un 50%, de una ruptura peligrosa del inflador de la bolsa de aire en un accidente.
Honda confirmó el onceavo fallecimiento en los Estados Unidos, relacionado con los infladores de airbag defectuosos de Takata.
La automotriz informó que otra muerte ha estado relacionada con los infladores de airbag defectuosos de Takata. Fue la 11ª fatalidad en los Estados Unidos atribuida a los airbags.
La última muerte ocurrió en la Florida, cuando una persona estaba realizando una reparación en un Honda Accord del 2001 cuando el airbag explotó.
En total 17 muertos y 180 heridos en todo el mundo han sido reportados como atados a los airbags de Takata.
Los airbags, que tienen infladores que explotaron con demasiada fuerza enviando metralla en la cabina del vehículo, se han convertido en el retiro más grande en la historia de los Estados Unidos con más de 60 millones de vehículos sujetos a recordación.
A nivel mundial, el número de retirada se aproxima a los 125 millones.
Honda tiene en las calles más de 300.000 automóviles que no fueron reparados con los infladores y tienen un substancial riesgo de la ruptura.
La automotriz nipona, dijo que los propietarios registrados del vehículo recibieron más de una docena de avisos de retiro, pero nunca estos nunca han llegado a reparar el vehículo.
Tanto Honda como Acura han tenido problemas de calidad y fiabilidad los últimos años.
La automotriz Nipona, que fabrica la mayoría de sus modelos en Estados Unidos, perdió su segundo puesto de ventas en el mercado Hispano ante Nissan, además de no tener buenos resultados en la encuesta de fiabilidad y calidad de J.D.Power del 2017.