La ciber-seguridad en los vehículos acarean problema que frenan las nuevas tecnologías

Las preocupaciones por la ciber-seguridad han sido un problema de larga data en los Estados Unidos a medida que avanzamos en la tecnología que usamos día a día.
En el pasado, las preocupaciones han estado más enraizadas en el robo de datos, pero a medida que más aspectos de la vida cotidiana se automatizan, los hackers tienen más objetivos que podrían dañar físicamente a las personas.
Uno de los principales objetivos, a medida que la tecnología continúa desarrollándose, son automóviles automáticos o sin conductor. La ciber-seguridad se considera crucial para los automóviles de conducción independiente y conectados, que están cada vez más parecidos a las computadoras sobre ruedas con cada día que pasa.
Estos automóviles están recibiendo más sistemas de comunicación que los hackers pueden apuntar.
Los expertos en seguridad han citado el terrorífico ejemplo hipotético de un ataque remoto a un vehículo totalmente autónomo sin volante ni frenos, en el que el pasajero no tendría ningún recurso para recuperar el control manual del auto.
En septiembre de 2016, los investigadores chinos de seguridad cibernética hackearon un sedán Tesla Model S, golpeando los frenos remotamente y haciendo estallar el maletero.
Tesla subsiguientemente remendó los bugs usando una solución de over-the-air, ( en el aire), que siendo increíblemente improbable, técnicamente es posible. Tesla ha sido la primera en promocionar la tecnología «over-the-air» en la que las actualizaciones de software inalámbrico se envían de forma remota a los automóviles.
Pero al mismo tiempo, algunos han argumentado que tales actualizaciones son otra forma de que los hackers, Tesla y otros fabricantes con tecnologías avanzadas, ven las actualizaciones como una protección clave para actualizar las vulnerabilidades de seguridad y reparación rápidamente.
En enero, legisladores estadounidenses presentaron un proyecto de ley pidiendo estándares de ciberseguridad para automóviles nuevos.
Pero hasta ahora los reguladores estadounidenses han emitido recomendaciones, no reglas, sobre cómo los fabricantes de automóviles deben proteger sus sistemas informáticos de los piratas informáticos.
Por no mencionar, si un auto fue visto como vulnerable, podría ser un gran problema con la marca. Se acuerdan de como hackearon el Jeep Grand Cherokee.
Hay que tener en tenga en cuenta que la industria está a un paso de resolver la cuestión de la ciber-seguridad. Pero no esta resultando fácil.
La primera generación de automóviles que incluyen algún tipo de capacidad de detección, no se verá hasta principios de 2018, lo que falta muy poco para ello, y los hackers querrán hecharle mano, por lo que  para anularlos, la ciber-seguridad del automóvil esta trabajando contra reloj.

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