Las automotrices coreanas, Kia y Hyundai anunciaron que invertirán 3.100 millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cinco años.
En conjunto, se están uniendo a otros fabricantes de vehículos, que han anunciando planes de inversión en medio de las amenazas del presidente electo Donald Trump, en implementar mayores impuestos sobre las importaciones de automóviles de México.
A pesar de que aún no han sido señalados por Trump, Hyundai y Kia se unen a una creciente lista de fabricantes de automóviles anunciando las inversiones en los Estados Unidos, después de que el presidente electo amenazara durante meses que los vehículos construidos en México deben de pagar un impuesto de importación del 35 por ciento.
Según los analistas del mercado, esta es una noticia positiva que llegó en el momento adecuado, ya que los fabricantes de automóviles estaban enfrentando restricciones de capacidad en los Estados Unidos.
La inversión planeada por los dos mayores fabricantes de automóviles de Corea del Sur es casi un 50 por ciento más que los 2.100 millones de dólares gastados en los últimos cinco años.
Las dos automotrices aceleran sus proyectos de introducción de nuevos modelos, como los SUV’s, que tienen una creciente demanda con mejores beneficios. La construcción de una nueva fábrica en los Estados Unidos puede producir Hyundai, Genesis y otro SUV que se está planeando.
Según los comunicados de las compañías, tanto Hyundai como Kia, invertirán alrededor de 30 a 40 por ciento de los US$ 3,1 mil millones en nuevas tecnologías como la conducción autónoma y vehículos verdes. El resto se gastará en instalaciones y la adición de nuevos modelos,
Hyundai ha estado considerando ampliar su planta en Montgomery, Alabama, que produce los sedanes de Sonata, Elantra y la Santa Fe.
La fábrica está funcionando al límite de su capacidad produciendo 370.000 vehículos al año. La fábrica de Kia en West Point, Georgia, también está en plena ebullición produciendo 360,000 unidades por año del Optima y el Sorento.
Kia abrió una nueva línea de producción de US$ 3.000 millones de vehículos por año en México, dos meses antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, con planes para aumentar su capacidad a 300.000 unidades este año y a 400.000 vehículos para fines de 2018.
El fabricante de automóviles puede agregar un nuevo modelo de SUV a la planta en el estado mexicano de Nuevo León, aunque la decisión no es definitiva y la compañía tiene flexibilidad en su estrategia, ya que apunta a exportar el 80 por ciento de los automóviles fabricados en México, principalmente a los mercados estadounidenses y latinoamericanos.
Según un portavoz de la compañía, Kia y Hyundai no tienen planes adicionales para invertir en México y no transferirán producción ni empleos de los Estados Unidos a México,