El gobierno chino ha emitido una orden de parar las ventas de 553 automóviles, que no cumplen con las regulaciones de ahorro y emisión de combustible. La orden entrará en vigencia el 1 de enero de 2018.
La lista de los 553 autos del mercado de automóviles nuevos más grande del mundo aún no se ha lanzado, pero se sabe que incluyen modelos de Chevrolet, Buick, Cadillac, Audi y Mercedes-Benz.
La lista de 553 parece mucho, pero es importante recordar que entre 130 y 150 fabricantes de automóviles luchan por el dominio del mercado chino, de los cuales unos 100 son de China solamente. Esta inminente prohibición es el último movimiento del gobierno para frenar la contaminación del aire.
Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China, dijo que 553 es un porcentaje muy pequeño de los modelos contaminantes que actualmente están en producción.
El gobierno Chino ha restringido la producción de acero y el uso del carbón, y prometió eliminar paulatinamente el motor de combustión interna.
Los scooters de gasolina se han convertido en algo raro en China, ya que la abrumadora mayoría de los vehículos de dos ruedas ahora funcionan con electricidad.
La calidad del aire de China todavía no está a la par con la de Noruega o Dinamarca, y probablemente nunca lo será, pero ha mejorado drásticamente durante los años 2010. Los analistas sugieren que China ya no tiene el peor aire del mundo.
A nivel mundial, India encabeza la clasificación del índice de contaminación, seguida por Bangladesh y Tailandia», dijo Richard Hewston, director global de medio ambiente y cambio climático de la firma de gestión de riesgos de Verisk Maplecroft. Hewston agregó que el aire en Nueva Delhi, la capital india, se ha vuelto mucho peor que el de Beijing.
Esta nueva ley de China debería de ser considerada en otros países donde se producen automóviles que siguen contaminando el ambiente. A diferencia de los China que no es un país democrático, los de mas países deberán pasar por procesos burocráticos y votaciones de sus gobiernos, con el rechazo de uno de los mayores Lobbys políticos, que son las mismas automotrices.
Por Enrique Kogan.