GM quiere vender Opel a PSA (Peugeot-Citroen), pero quien ganaría en el proceso?

La posible venta de Opel, el brazo europeo de la GM a PSA (Peugeot Citroen), lleva muchas preguntas y conjeturas, ya que esta no es la primera vez que GM ha tratado de desprenderse de Opel y Vauxhall.

En 2009, durante su reorganización por quiebra, GM anunció la venta de las marcas europeas a un consorcio formado por el proveedor Magna International, el banco ruso Sberbank y sus empleados y distribuidores.

Pero al final GM abandonó ese plan y continuó con intentar revivir Opel y moverlo de categoría.

Si bien GM ha hecho algunos progresos con Opel, nunca ha alcanzado un nivel de rentabilidad sostenida y los intentos de comercializar vehículos de marca Chevrolet en los segmentos más económicos que dejó Opel fueron un fracaso. El experimento europeo Chevrolet fue cancelado en 2013.

El mercado europeo en particular se ha establecido en un sólido tercer lugar detrás de China y América del Norte y mientras las ventas se han recuperado en los últimos dos años después de estancarse durante gran parte de la década, el crecimiento general en los próximos años se espera que sea lento en el mejor de los casos.

PSA y Opel operan en segmentos muy similares en el segmento de volumen del mercado, y compiten directamente con muchos modelos claves, y eso generalmente no es una buena señal para una posible venta.

Pero se puede observar una situación similar en torno a Volkswagen, con Skoda y Seat, lo que lo ayudaría a PSA posicionarse en varias regiones.

En lo que respecta a las regiones, el ajuste de venta mejora ya que Opel es más fuerte en Alemania y  Vauxhall (la filial) en el Reino Unido, mientras PSA es fuerte en Francia.

Uno de los objetivos operativos críticos de una combinación PSA-Opel, sería la consolidación de futuros modelos en plataformas comunes, donde ya un pequeño número de modelos se basan en plataformas PSA-GM compartidas, y unos cuantos más están a punto de hacerlo.

Un futuro cambio de modelos de Opel a las plataformas de PSA parece mucho más probable que al revés, ya que PSA querría separarse tan pronto como sea posible de la infraestructura tecnológica y las cadenas de suministro de GM, y buscaría  de obtener un control mucho mayor para lograr ahorros a escala de eficiencia, lo que buscaría el beneficio de más modelos de sus propias plataformas.

Si la compra se realiza, y para consolidarse a nivel mundial, PSA tendrá que trasladar los desarrollos de nuevos modelos a otras áreas, lo más probable es que sea Estados Unidos, China y América del Sur.

Peugeot es tan dependiente de Europa como Opel, pero una diversificación hacia otros mercados, especialmente China, reducirá la dependencia de la Comunidad Europea.

Una futura asociación con Dongfeng de China, que ya tiene una parte de acciones de PSA, podría seguir el paso al mercado más grande del mundo.

Por su parte GM verá su ranking mundial caer del 4 al 5 con el grupo Hyundai / Kia avanzando más, y con los tres primeros lugares en manos de Volkswagen, Toyota y la Alianza Renault-Nissan.

Pero está claro que la idea de GM, no es una mala, ya que venderá menos autos pero con más beneficios, lo que lo ayudaría a ganar más dinero.

Pero la compra de una automotriz no es tan sencilla. Algunas recientes transacciones grandes, han estado dispuestas a pagar hasta alrededor de US$ 5.000 por vehículo vendido.

Un ejemplo: La venta de Volvo fue por $ 1.5 mil millones, dividido por 312.000 unidades, lo que dio alrededor de $ 4.800 por unidad.

La China Dongfeng pagó US$ 5.100 por unidad cuando adquirió un 14% de participación de Peugeot. Fiat pagó alrededor de $ 4,400 por cada unidad de Chrysler, incluyendo la obligación de pensión. Nissan compro más del 30% de las acciones e Mitsubishi pero no dio detalles del costo por unidad.

GM quiere vender y el millón de vehículos de Opel podrían llegar a tener un precio tan bajo como US$ 1000 por unidad.

Cuando Opel se encontraba en un apuros tras, el SAIC de China estaba interesado en sus partes, o en toda Opel, pero nada llegó a suceder. Ahora, Dongfeng tiene los pies en las puertas de Peugeot y Opel, y pudiera aportar el dinero necesario.

A corto plazo, Europa con su continuo énfasis en las emisiones y la eficiencia de combustible es mucho más probable que sea susceptible a la adopción de servicios automáticos, eléctricos y de movilidad a la carta, más rápido que los Estados Unidos.

Con Opel, Vauxhall y sus redes de distribuidores relacionados fuera del camino, GM tendría un camino claro para avanzar como un proveedor de servicios completos de movilidad en las ciudades europeas.

En asociación con las agencias de tránsito local y las redes ferroviarias, GM podría convertirse en una parte clave de un sistema de transporte multimodal, ya que con el Chevy Bolt ha avanzado mucho en tecnología, y las pruebas de estos modelos autónomos en California y Michigan, está consolidando a GM a un gran futuro tecnológico.

Con un camino libre y Opel fuera de sus problemas, GM podría estar utilizando Europa como el terreno probador para el futuro de la movilidad personal y tal vez incluso ganar dinero en el proceso, algo que no han hecho en décadas en el viejo continente.

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