Por Enrique Kogan – Puros Autos
Los reguladores federales de seguridad están investigando problemas con 2,7 millones de camionetas de tamaño completo de General Motors y vehículos utilitarios deportivos, luego de haber presentado más de 100 quejas con los frenos de esos vehículos.
De acuerdo con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, una bomba de vacío de freno puede romperse, lo que requiere que el conductor emplee un mayor esfuerzo de frenado, lo que se traduce en mayores distancias para detenerse.
La agencia de seguridad ha presentado 111 quejas, que incluyen nueve choques y dos lesiones.
Los oficiales de la NHTSA dijeron que la investigación abarca las camionetas Chevrolet Silverado y GMC Sierra 2014 al 2016, así como las camionetas SUV Chevrolet Suburban y Tahoe, GMC Yukon y Cadillac Escalade de los mismos años.
Por ahora, la agencia está investigando el asunto y no ha emitido un retiro del mercado. Ese tipo de decisión se tomará al final de la investigación.
Mientras GM está supervisando quejas y reclamos de garantía sobre los frenos y está trabajando con NHTSA para evaluarlos.
En septiembre, GM retiró del mercado más de 1.2 millones de camiones de gran tamaño y vehículos deportivos utilitarios para corregir un problema de dirección que causó choques.
La compañía reveló que la dirección asistida puede fallar y luego recuperarse debido a una caída de voltaje en el sistema eléctrico del vehículo. La inmersión hace que los vehículos sean más susceptibles a una pérdida de control y un choque.
GM dijo que tiene informes de 30 incidentes relacionados con el problema, incluidas dos lesiones, pero sin reportar muertes.
El retiro del mercado cubría ciertas camionetas Chevrolet Silverado y GMC Sierra 1500 de 2015, así como también SUV Chevy Tahoe y Suburban. También se vieron afectados Cadillac Escalade y GMC Yukon del 2015.