Por Manuel Arroyo
Así como pasó con General Motors hace algunos extraños, Fiat Chrysler no para de llamar a revisión vehículos que salieron de sus fábricas defectuosos.
La tercera automotriz de Detroit, dijo el jueves que está retirando casi 209,000 minivans, SUVs y crossovers en todo el mundo para inspeccionar y solucionar un problema, (otro mas).
El retiro abarca el Dodge Journey del 2018, el Jeep Cherokee del 2019 y los Dodge Grand Caravan y Jeep Compass del 2018 y 2019.
La mayoría de estos modelos, son limones conocidos por los que saben de autos.
Según dice FCA en un comunicado, la mayoría de los vehículos retirados del mercado, son un estimado de 154.337 que se construyeron en la primavera de 2018 y se han vendido en los Estados Unidos o se encuentran en los Estados Unidos en los inventarios de concesionarios.
El fabricante de automóviles dice que un sistema de freno no se produjo según las especificaciones.
«Estas compañías pueden provocar que las burbujas de gas formen el líquido de frenos de un vehículo», dijo la compañía en un comunicado. «La función de freno se mantendría en tales circunstancias, pero las distancias de frenado pueden aumentar».
FCA dijo que no ha recibido quejas de los clientes o informes de choques o lesiones como resultado del problema.
Los vehículos serán notificados pronto y los concesionarios reemplazarán el líquido de frenos, que según Fiat Chrysler reparará el problema, y tendrá perdiendo el tiempo a los sufridos compradores de sus marcas en sus concesionarios.