Los concesionarios estadounidenses tenían menos de 900.000 autos y camiones ligeros nuevos en inventario el mes pasado, dijo J.D. Power.
Según cita Cox Automotive, Kia, Honda, Toyota, Land Rover, Lexus y Subaru se encuentran entre las marcas con el inventario más bajo, mientras que algunos limones como lo son los modelos de Chrysler, Ram, Lincoln y Dodge tienen inventarios más altos.
Además de la escasez de piezas, la seguridad y el control más estrictos a lo largo de la frontera entre Texas y México han provocado retrasos en los envíos.
Y los bloqueos de COVID-19 ordenados por el gobierno en China han ralentizado la producción de autopartes y vehículos exportados a los EE. UU.
Honda Motor Co., que advirtió a principios de abril que el suministro de repuestos sigue fluctuando, se vio obligada a reducir las asignaciones de vehículos nuevos en mayo y junio para algunos concesionarios estadounidenses.
La persistente crisis de inventario ha llevado a analistas y fabricantes de automóviles a reducir las previsiones de ventas de automóviles en EE. UU. en 2022 a alrededor de 15,3 millones a 15,5 millones, desde los 16,5 millones de las estimaciones iniciales.
“La situación sobre el terreno no ha cambiado significativamente durante meses. La disponibilidad de productos sigue siendo limitada y muchos clientes solo pueden pedir sus vehículos para una entrega futura”, dijo Charlie Chesbrough, economista sénior de Cox Automotive.
«Es probable que las condiciones de inventario mejoradas no ocurran en 2022, ya que muchos clientes ahora están esperando que se construyan sus vehículos ya reservados».