Como se esperaba, y con la peor reputación de calidad de la industria, ventas que solo veían un tobogán muy hacia abajo, y consumidores que no querían saber más del modelo, el Bambino Cinquecento, como lo llaman en Italia, les dice a los Estados Unidos que es tiempo de decir adiós.
Según el comunicado, Fiat descontinuará la producción de los Fiat 500 y 500e de generación actual en los Estados Unidos y Canadá. La automotriz dice que el inventario actual de los Fiat 500 y 500e de 2019 durará hasta 2020.
En América del Norte, Fiat continuará ofreciendo el nuevo crossover compacto Fiat 500X con tracción en las cuatro ruedas diseñado por Italia y menos fiable que la suegra del carnicero, el Fiat 124 Spider roadster que es un Mazda Miata con nombre Fiat y el vehículo utilitario Fiat 500L de cinco pasajeros, que no son de buen apetito.
La espantosa manera de comercializar el Fiat 500, un auto muy querido por los Latinoamericanos y Europeos, en áreas donde jamás comprarían un Fiat, agregado a su total falta de fiabilidad, ha hecho que este querido vehículo, salga por la puerta de atrás.
Un vehículo que bien hubiera sido un automóvil urbano para hispanos o Europeos que viven en las grandes ciudades de Estados Unidos y Canada, termino siendo ofrecido por estos “genios” del marketing, que pululan están automotrices y que no saben ni donde queda Chile, por sectores que jamás comprarían este tipo de vehículos, y a precios más altos que su competencia.
El Cinquecento se va por la puerta de atrás, por negligencias de mucha gente que tenía algo interesante en la mano, y no tenía idea de que era.
Los 500 y 500e se construyeron en la planta de la compañía en Toluca, México y FCA no indicó qué vehículos, si los hubiera, se construirían en la planta. La compañía planea construir un nuevo modelo eléctrico 500e en su planta en Turín.
Fiat se retiró del mercado de automóviles de Estados unidos en la década de 1980 antes de regresar en 2011.
Fue un movimiento inoportuno que se basó en gran medida en la percepción de que si a los estadounidenses les gusta la pizza y la pasta, porque no comprarían automóviles italianos, según el fallecido CEO Sergio Marchionne, quien concluyó: «Esto no tuvo sentido».