Por Enrique Kogan
La próxima generación del sedán de tamaño mediano de Buick, el Regal, quiere generar una última apuesta de la marca para apuntar nichos de mercado de Estados Unidos, que son escasamente ocupados, como una camioneta o wagon, partiendo de la base del Opel Insignia Europeo.
Pero a pesar de que los wagon son muy populares en Europa, los estadounidenses son indiferentes al modelo, por así decirlo. Ese estilo de la carrocería representa solo el 1 por ciento del mercado, y esa cifra no se movió en los últimos años.
Se espera que el Regal salga rediseñado en la segunda mitad de 2017, como un modelo 2018, y este Wagon aparezca como un modelo adherente. Se espera que el nuevo Wagon comparta sus bases con el modelo de próxima generación de Opel Insignia.
Para Buick introducir un wagon significa solo un muy pequeño sector sin crecimiento, pero la marca ha tenido cierto éxito con su llamada estrategia de vender donde otros no lo hacen, por sub-segmentos ignorados por los rivales.
Tal es el caso de la introducción de principios del Encore, un pequeño SUV que se ha convertido en el modelo de mayor venta de Buick. Otro ejemplo, el convertible Cascada que salió en enero para cubrir un sector de convertibles económicos, que fueron olvidados por otras marcas.
La idea de un wagón Regal no es completamente nueva. Opel, la división asociada con sede en Alemania de Buick, vende su propia versión del Regal en Europa.
Esta estrecha relación con el sedán insignia de Opel, hará acelerar la próxima generación del Regal, que está programada para el próximo año, como modelo 2018.