En el mes de marzo, las ventas de automóviles continúan cayendo, y las de los SUV’s subiendo, en momentos que los analistas ven los grandes inventarios de sedanes como un problema que será inminente.
Por ahora, la industria automotriz no está preocupada porque está haciendo dinero vendiendo SUVs y pick ups, cargados con características costosas.
Las ventas de sedanes y compactos de Honda cayeron un 8,7% a 67.342 unidades, mientras que las ventas de crossovers, vehículos utilitarios deportivos y camionetas aumentaron un 8,4% a 69.885.
Sin embargo, su línea de lujo Acura registró una disminución de ventas del 21,2%. Algo preocupante, para una línea de vehículos que todavía no encontró ni su público, ni su identidad.
Las ventas de automóviles de Fiat Chrysler cayeron un 14 por ciento y las ventas de SUV cayeron un 4 por ciento, aunque las ventas de camiones subieron un 6 por ciento.
Las ventas Nissan subieron un 3,2 por ciento con los camiones y SUV subiendo un 29 por ciento para las marcas Nissan e Infiniti combinadas. El SUV Rogue estableció un récord de ventas de casi 40.000 vehículos en marzo, un considerable aumento del 43 por ciento.
Toyota, Ford, Fiat Chrysler, Acura y Honda cada uno informó declinaciones de las ventas para marzo, todo debido a la caída de las ventas de automóviles.
Algunas figuras dada por los fabricantes de automóviles, estaban por debajo de las estimaciones que habían dado los analistas.
Estos analistas ven algunas señales de advertencia en las cifras y algunos advirtieron que las ventas podrían desacelerarse a finales de este año.
La consultora LMC Automotive dijo que los incentivos alcanzaron un récord de marzo, con un promedio de $ 3,768 por vehículo y la mayor cantidad desde marzo de 2009.
Los fabricantes de automóviles tendrán que ofrecer aún más incentivos, lo que reducirá los beneficios de la industria. Incluso algunos inventarios de camiones y SUV están empezando a subir, lo que empieza a preocupar.
Los valores de los vehículos podrían caer si la demanda baja, eso podría significar el fin de los contratos de arrendamiento baratos para los consumidores. Menores ventas, recortes de producción y una resistencia a la economía en el peor de los casos, pudieran verse en la baja de fabricación de algunos modelos, sobre todo los sedanes que no tienen mucha salida.
Los ejecutivos de Ford, estaban contentos con los números mensuales en gran parte debido a un aumento del 10 por ciento en las ventas de la camioneta F-Series, un vehículo que le deja grandes ganancias, ya que los compradores están cargando las pick ups con muchas opciones de lujo, lo que eleva los precios de venta promedio en US$ 2,500 más que hace un año.
La ganancia de GM vino principalmente de SUVs pequeños y medianos con un aumento del 21 por ciento. Por ejemplo, el Buick Encore SUV compacto vio un aumento del 29 por ciento.
Los consumidores están dejando de lado a los sedanes, no importa su tamaño, para subirse a los SUV’s y Crossover que son más prácticos y útiles en la vida diaria.