Unas 440,000 muertes y lesionados severos pueden ser prevenidos y hasta 143 mil millones de dólares pueden ser ahorrados, si se adoptan regulaciones básicas en seguridad vehicular en América Latina.
[dropcap]U[/dropcap]n nuevo informe de Global NCAP y el Banco Interamericano de Desarrollo revela que 40,000 vidas de ocupantes de vehículos pueden ser salvadas y 400,000 lesionados graves pueden evitarse para el 2030 en América Latina, si se adoptan las regulaciones básicas de seguridad vehicular propuestas por la ONU para la región.
El Laboratorio de Investigación del Transporte del Reino Unido (TRL por sus siglas en inglés) llevó a cabo el estudio independiente y sus conclusiones están estrechamente alineadas con las recomendaciones adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas y las metas mundiales para el desarrollo sostenible.
El objetivo de este estudio fue predecir cuántas muertes y heridos podrían ser prevenidos en cuatro países de América Latina: Argentina, Chile, México y Brasil, estableciendo las normativas de seguridad mínimas para vehículos y a través de los programas de pruebas de choque de consumidores.
Las principales normas consideradas son las de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) números 14, 16 (cinturones de seguridad y anclajes), 94 (protección para ocupantes en impacto frontal) y 95 (protección para ocupantes en impacto lateral).
El estudio concluye que hasta 40,000 muertes de ocupantes de vehículos podrían ser prevenidas entre el 2016 y el 2030, si se implementaran los estándares mínimos de seguridad vehicular.
Si también se consideran a los ocupantes seriamente lesionados, entonces se estima que hasta 440,000 ocupantes de vehículo muertos y/o lesionados podrían ser salvados. Una evaluación económica sugiere que estas reducciones en el número de víctimas podrían ahorrar hasta $143 mil millones de dólares en el período entre 2016 y 2030.
David Ward, Secretario General de Global NCAP dijo:
“El resultado de este informe es claro, los costos de mejorar los vehículos de la población de América Latina para lograr lo requerido por la ONU es una minúscula fracción de los $143 mil millones que se ahorran”.
Dalve Soria Alves, Especialista Senior de Transporte/Coordinador de Seguridad Vial del Banco Interamericano de Desarrollo dijo:
“Algunos países de América Latina han comenzado el proceso legislativo y ahora están aplicando algunas normas que son similares a la de UE y a la de otras regiones industrializadas, pero sigue habiendo una brecha significativa entre las normas de seguridad de los vehículos regulados en las regiones industrializadas con los de América Latina.
En particular, las pruebas de impacto frontal y lateral impuestas por las regulaciones 94 y 95 de las Naciones Unidas, deberían ser obligatorias y aplicadas a todos los vehículos nuevos que se quieran vender en toda la región de América Latina, y esto debería ser lo más rápido posible.”
«Este informe muestra la cantidad de vidas que se pueden salvar si se implementan medidas de seguridad, el BID exhorta a todos los gobiernos que las implementen sin demora alguna.»
María Fernanda Rodríguez, Presidente de Latin NCAP dijo:
“Este reporte demuestra que se tienen que implementar las regulaciones de la ONU en la región de América Latina. Sabemos que los fabricantes pueden pero no cooperan, los gobiernos tienen que actuar ahora para salvar vidas de sus ciudadanos que merecen los mismos niveles de protección que los estadounidenses o europeos”.
Richard Cuerden, Jefe Científico del Laboratorio de Investigación del Transporte del Reino Unido dijo:
«Existe una necesidad urgente de adoptar los reglamentos de seguridad secundarios para vehículos impuesta por las Naciones Unidas en América Latina. Tales normas de seguridad han estado en vigor en la UE hace décadas y evitarían las innecesarias muertes y lesiones de cientos de miles de personas.
El establecimiento de una protección más común y equitativa en el caso de una colisión, para todos los usuarios de vehículos, sin importar la región, sería un gran paso para la democratización de la seguridad vial».
La República Dominicana tiene un índice de 29,3 muertes por accidentes de tránsito por cada 100.000 habitantes, siendo el mayor de América Latina y el Caribe.
Siguen en la lista en segundo lugar Brasil con 23.4, Bolivia (23.2), El Salvador (21.1), Paraguay (20.7) y Ecuador (20.1). Con tasas entre 20 y 10 están Guatemala (19), Honduras (17.4), Colombia (16.8), Uruguay (16.6), Nicaragua (15.3), Perú (13.9), Costa Rica (13.9), Argentina (13.6), Chile (12.4), México (12.3) y Panamá (10).
Cuba es el único país de América Latina con una tasa de muertes en accidentes de tráfico por cada 100,000 habitantes menor a 10. Claro, en Cuba casi no existen los embotellamientos de tráfico dado que es muy difícil acceder a un automóvil.
Venezuela, que según cifras de 2010 tenía un tasa de 37.2 muertes en accidentes de tráfico por cada 100,000 habitantes, y podría estar primera en la lista de Latinoamérica,pero no ha reportado su tasa de accidentes.
En América Latina la tasa de mortalidad ha subido en Brasil, en Bolivia, en Cuba, en Chile, en Uruguay y en El Salvador; se ha estabilizado en Argentina y Colombia, mientras que ha bajado en México, Perú y Nicaragua.