Bajo presión internacional, Arabia Saudita emitió una orden permitiendo a las mujeres conducir, poniendo fin a una política de larga data, que arroja una luz poco halagüeña sobre el trato dado por el país a las mujeres. Arabia Saudita es el último país en el mundo que está levantando tales restricciones.
El cambio hecho por el rey Salman bin Abdulaziz, para emitir licencias de conducir a las mujeres a partir de junio, es el último giro en un esfuerzo para modernizar y diversificar económicamente el reino y disminuir la dependencia de la economía del petróleo.
Los activistas han desafiado repetidamente la prohibición, lanzando campañas en las que las mujeres han sido filmadas poniéndose al volante ilegalmente.
Esto es un gran paso adelante de Arabia Saudita en reconocer las contribuciones que las mujeres pueden hacer a la economía.
Esta iniciativa de abrir su mercado de automóviles a cerca de la mitad de sus 32 millones de habitantes, tendrá un fuerte impacto en la demanda de vehículos.
Según dicen los analistas, los líderes de mercado como Toyota y Hyundai podrían necesitar más inventario y modelos más pequeños, como compactos y sedanes para mujeres solteras y estudiantes femeninas.
Las ventas de Toyota representaron el 32 por ciento de los 676.000 vehículos vendidos en Arabia Saudí el año pasado, mientras que Hyundai, ocupó el segundo lugar con 24 por ciento de cuota de mercado. El país ocupa el puesto 21 entre los 198 mercados del mundo.
Arabia Saudita tiene una población joven y creciente. La edad media es de unos 27 años, y sólo el 8 por ciento de la población tiene más de 55 años.
Aunque este movimiento de liberalización femenino puede crear problemas de seguridad vial, ya que nuevos e inexpertos conductores circularan por las calles de Arabia Saudita, dijo un analista.
Uber también podría beneficiarse de un nuevo grupo de mujeres conductoras para su servicio de alquiler de autos. El gobierno también tiene un interés en ver que la empresa tenga éxito, ya que el fondo de riqueza soberana de Arabia Saudita es un gran inversor de Uber.
El problema será para los miles de conductores privados que trabajan directamente para las familias y mujeres que antes no podían conducir. Este cambio de política podría cambiar los patrones de inmigración del país, si la gente ya no necesita el servicio. Hay miles de inmigrantes de Bangladesh y Filipinas.
En una declaración sobre la orden de King Salman, Arabia Saudita dijo que las agencias han sido instruidas para ampliar las instalaciones de licencias y los programas de educación de conductores para acomodar a millones de nuevos conductores.
Los desafíos con este cambio, que es muy bienvenido, serán muy profundos, y harán un cambio es una sociedad que no estaba acostumbrada a ver a las mujeres al volante. Claro, ellas seguirán con el velo puesto.