Jeep está entrando fuerte en la guerra de los caballos de fuerza, con el Grand Cherokee Trackhawk, una versión del SUV, que está equipado con un motor Hellcat de 707 caballos de fuerza.
El Hellcat es un motor súper-cargado V8 de 6,2 litros que se ha convertido en un icono para la marca Dodge, desde que se introdujo en el Charger y Challenger en el 2014.
El motor Hellcat está fabricado con un bloque de hierro fundido y un cigüeñal de acero forjado con superficies de apoyo endurecidas por inducción. Además de los caballos de fuerza, produce 645 libras de pies de torsión.
Este motor llegará conectado al Jeep Grand Cherokee Trackhawk del 2018, y será revelado a los medios de comunicación en el auto show de Nueva York.
En un comunicado, el jefe de la marca, Mike Manley, dijo: «El Jeep Grand Cherokee Trackhawk es ahora el SUV más potente y rápido, ya que ofrece increíbles números de rendimiento con lujo, refinamiento y una serie de innovadoras tecnologías avanzadas”.
La automotriz dijo que el Grand Cherokee Trackhawk pasará de cero a 60 millas por hora en 3,5 segundos y cubrirá un cuarto de milla en 11,6 segundos.
El Grand Cherokee Trackhawk tiene una serie de equipos especiales diseñados para ayudarle a manejar todo ese poder:
Ese equipo incluye:
- El nuevo sistema de frenado Brembo, que incluye los frenos delanteros más grandes de todos los tiempos en un vehículo Jeep. Los frenos delanteros son rotores ventilados de dos piezas de 15,75 pulgadas con pinzas de seis pistones.
- Transmisores automáticos de ocho velocidades TorqueFlite mejorados, y componentes de transmisión diseñados para manejar la salida de par adicional.
- Un eje trasero reforzado que se conecta a un nuevo eje trasero más fuerte.
- El par de frenado se entrega a las ruedas traseras a través de nuevos semirremolques de acero de alta resistencia.
- Las fuentes de aire para el sobre-alimentador incluyen una cuchara de aire frío en la parrilla delantera inferior, que reemplaza la luz antiniebla del lado del conductor.
- Una suspensión delantera reforzada con resortes helicoidales y brazos de control más fuertes.
- El motor y la transmisión tienen un software que le da al SUV la posibilidad de cambiar a cinco modos de conducción diferentes: automático, deportivo, pista, remolque y nieve.
El Trackhawk también cuenta con un modo personalizado que permite al conductor personalizar el rendimiento del vehículo.
Su interior está enfocado en el conductor, con materiales de toque suave, acabados en cromo negro y un panel de instrumentos de visualización de información de 7 pulgadas.
Construido en la planta de montaje de Jefferson North, de Detroit, el Grand Cherokee Trackhawk llegará a los concesionarios hacia finales de este año. La automotriz aun no ha revelado su precio.