Según “Auto News”, Dodge revelará el secreto más mal guardado en la historia de los ‘Muscle cars” (carros de músculo) en el auto show de Nueva York, cuando la automotriz muestre el “Demon”, un Dodge Challenger fuertemente modificado que está destinado a ser la nueva imagen de la marca.
Los modelos actuales de ‘Muscle cars” de la marca, el Dodge Challenger y el Charger SRT Hellcats de 707-hp, y debido a sus sobreprecios, están utilizando los lotes de concesionarios por más tiempo.
Cientos de los Hellcats del 2016 y 2017 todavía llevan los precios del distribuidor de hasta US$ 10,000 de más, que enfureció a los consumidores cuando los Hellcats fueron lanzados en 2014.
Según la publicación Autotrader, cientos de otros nuevos Hellcat Chargers y Challengers ahora llevan descuentos de hasta US$ 13,000 según los anuncios de los distribuidores.
La publicación dice que más de 2.500 nuevos Hellcat Chargers y Challengers estaban parados en los concesionarios estadounidenses la semana pasada.
Este es un gran cambio de gustos por el consumidor, para automóviles que hace menos de tres años los compradores dejaron depósitos de dinero no reembolsables.
En los primeros años de los Hellcats, cuando la demanda superó la oferta que algunos concesionarios aceptaron depósitos no reembolsables sólo por el derecho a comprar uno en el futuro.
Según el el sitio de subastas online eBay.com, la fiebre de Hellcat se ha enfriado.
De las 84 subastas del Challenger Hellcats que datan desde el 22 de enero, sólo nueve fueron listadas como vendidas.
Los precios iban desde US$ 50.500 para un Hellcats de color púrpura con 9.455 millas de un vendedor privado en Tennessee a US$ 66.590 para un nuevo modelo de color negro, de un distribuidor en Newton, Carolina del norte.
Sin embargo, en los concesionarios, Hellcats todavía atraen a los clientes. Hasta marzo, la compañía vendió 15.725 Challengers y 22.319 Charger de todo tipo.
Dodge ha pasado meses promocionando su versión Demon del Challenger, lanzando videos semanales para mostrar sus habilidades antes de que sus especificaciones sean reveladas en Nueva York.
Diseñado para las carreras de picadas, el demonio tiene el motor de Hellcat así como otras modificaciones, incluyendo un freno de transmisión, para hacerlo aún más rápido y más de gran alcance que sus precursores sobrealimentados.
Este Demon (demonio), será el último de una larga línea de vehículos desarrollados en la plataforma L de la FCA, que se remonta a los años noventa. Luego de este, ya no habrá más demonios del pasado, que salgan de la Fiat Chrysler.