La dilatada y emocionante historia de la Fórmula 1 comenzó en 1950, cuando el deporte se globalizó con el primer «Campeonato Mundial de Fórmula 1», que en realidad se celebró casi exclusivamente en circuitos europeos.
La primera carrera fue en las curvas de Silverstone, la distinguida sede del Gran Premio de Gran Bretaña que sigue siendo uno de los circuitos más importantes de la competición. Fue el 13 de mayo, hace sesenta y nueve años, y el mundo del motor ha cambiado radicalmente desde entonces.
Solo dos factores siguen siendo los mismos. El entusiasmo del público y la presencia de Alfa Romeo en la línea de salida del primer Gran Premio y del milésimo Gran Premio.
El equipo de carreras de Alfa Romeo participó con cuatro monoplazas 158 pilotados por Giuseppe «Nino» Farina, Juan Manuel Fangio, Luigi Fagioli y Reg Parnell, este último como una muestra de respeto hacia el país anfitrión.
Los autos terminaron en los primeros cuatro puestos de la sesión de clasificación y ocuparon toda la primera fila de la parrilla.
Echando la vista hacia atrás a esos días de gloria
el ingeniero de Alfa Romeo, Giuseppe Busso, declaró una vez que el verdadero problema para el equipo de las tres «F» (Farina, Fangio y Fagioli) era establecer el orden del podio.
El Alfa Romeo 158 desarrollaba una potencia de 350 HP y alcanzaba una velocidad máxima de 290 km/h. Nino Farina, en ese trascendental 13 de mayo, obtuvo la pole position, la vuelta rápida y ganó la carrera.
Al final del campeonato, los 158 habían ganado seis de las siete carreras válidas para la clasificación final, al haber abandonado las 500 Millas de Indianápolis al igual que todos los fabricantes europeos.
Alfa Romeo se mantuvo invicto después de la primera carrera en el GP de Silverstone, ocupando los primeros tres puestos del ranking. Nino Farina fue el primer campeón de la recién constituida Fórmula 1.
Al año siguiente se repitió el éxito, cuando los monoplazas 159 volvieron a ganar el título mundial, esta vez gracias al piloto campeón Juan Manuel Fangio.
Desde entonces, la leyenda deportiva de Alfa Romeo ha estado marcada por un sinfín de victorias y tres primeros puestos en muchos campeonatos internacionales, incluyendo la Fórmula 1.
Durante las últimas dos temporadas, el emblema de Alfa Romeo ha regresado y ondea en los circuitos internacionales.
Tras una continua evolución y un octavo lugar la temporada pasada que han marcado el regreso a las carreras, este año el nuevo equipo «Alfa Romeo Racing» continuará llevando la tradición de la excelencia técnica y el estilo italiano, característico de la marca Alfa Romeo, a lo más alto de las competiciones de automovilismo.
El equipo «Alfa Romeo Racing» alineará a Antonio Giovinazzi (hace ocho años que un piloto italiano no participaba con regularidad al volante de un Fórmula 1) y al campeón del mundo en 2007 Kimi Räikkönen, que ha anotado puntos en las dos primeras carreras.
Continua así la leyenda del Quadrifoglio, el trébol de cuatro hojas de color verde que desde 1923 ha identificado a los modelos Alfa Romeo con las mejores prestaciones.